OCOA.- El valle de Rancho Arriba, en San José de Ocoa, lidera la producción en ambiente controlado o invernaderos, logrando rendimientos de hasta 36 libras por metro cuadrado y 72% de calidad exportable, en un proceso de reconversión productiva y tecnológica, cambiando su agricultura con cultivos de alto valor en los mercados de exportación.
La exitosa producción de pimientos, tomates, pepinos y otros, comenzó a partir de la implementación del Programa de Mercados, Frigoríficos e Invernaderos (Promefrin), que ha derivado en un cambio en la cultura y las prácticas agrícolas, facilitando la aplicación de tecnología de punta y la generación de excelentes resultados.
Los productores plantean que los resultados obtenidos en estos invernaderos ponen de manifiesto que las políticas públicas, cuando son aplicadas correctamente, facilitan y generan cambios beneficiosos para toda la sociedad, resultado de una política aprovechada por productores profesionales, con experiencia técnica, apoyo del Promefrin y de empresas compradoras, suplidores de invernaderos, financiamiento, seguro y otras.
Refieren que cada uno de estos actores, con la Asociación de Productores de Vegetales en Invernaderos de Ocoa y la Cooperativa Agropecuaria de Servicios Múltiples de Rancho Arriba, ha jugado un papel importante, que ha cambiado culturalmente la agricultura local, convirtiéndola en una de las más avanzadas, modernas y rentables del país, con un millón 375 mil metros cuadrados de invernaderos, produciendo diferentes tipos de vegetales, con un crecimiento promedio por encima de un 15% anual, según algunos de los propios productores.
“En la mayoría de estos invernaderos se aplica tecnología de punta, buenas prácticas agrícolas (BPA) y eficiente manejo agronómico, obteniendo productividad y calidad similares a los de países competidores más avanzados, como Holanda, España y México”, expresaron los productores Héctor González, Manuel Peralta y José González, entre otros.
En este sentido, entre 80 y 85% de los productores están certificados, cumplen las normas de trazabilidad y tienen contratos con empresas exportadoras, lo que refleja el empeño y responsabilidad con que asumen la calidad e inocuidad de sus vegetales, para obtener alta cotización y prestigio en los mercados internacionales.
La exitosa producción de pimientos, tomates, pepinos y otros, comenzó a partir de la implementación del Programa de Mercados, Frigoríficos e Invernaderos (Promefrin), que ha derivado en un cambio en la cultura y las prácticas agrícolas, facilitando la aplicación de tecnología de punta y la generación de excelentes resultados.
Los productores plantean que los resultados obtenidos en estos invernaderos ponen de manifiesto que las políticas públicas, cuando son aplicadas correctamente, facilitan y generan cambios beneficiosos para toda la sociedad, resultado de una política aprovechada por productores profesionales, con experiencia técnica, apoyo del Promefrin y de empresas compradoras, suplidores de invernaderos, financiamiento, seguro y otras.
Refieren que cada uno de estos actores, con la Asociación de Productores de Vegetales en Invernaderos de Ocoa y la Cooperativa Agropecuaria de Servicios Múltiples de Rancho Arriba, ha jugado un papel importante, que ha cambiado culturalmente la agricultura local, convirtiéndola en una de las más avanzadas, modernas y rentables del país, con un millón 375 mil metros cuadrados de invernaderos, produciendo diferentes tipos de vegetales, con un crecimiento promedio por encima de un 15% anual, según algunos de los propios productores.
“En la mayoría de estos invernaderos se aplica tecnología de punta, buenas prácticas agrícolas (BPA) y eficiente manejo agronómico, obteniendo productividad y calidad similares a los de países competidores más avanzados, como Holanda, España y México”, expresaron los productores Héctor González, Manuel Peralta y José González, entre otros.
En este sentido, entre 80 y 85% de los productores están certificados, cumplen las normas de trazabilidad y tienen contratos con empresas exportadoras, lo que refleja el empeño y responsabilidad con que asumen la calidad e inocuidad de sus vegetales, para obtener alta cotización y prestigio en los mercados internacionales.