Por FELIX BETANCES,
para ecos del Sur.
El término “impotencia”, según el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, entre otras cosas, quiere decir: Falta de poder para hacer algo.
Este es un mal, que afortunadamente afecta a todos los seres humanos en uno u otro aspecto de la vida y en determinados momentos. Es bueno aclarar que cuando nos referimos al término afortunadamente, no lo decimos porque esta sea una virtud que premia a alguien en particular, pero lo usamos para hacer entender que no es una condición que solo afecta a los pobres o a los más necesitados, como ocurre con casi todas las cosas malas que ocurren en la vida y porque hay situaciones en que alguien dice: “eso nada más les pasa a los pobres”.
Esta desgracia, puede afectar a cualquier persona sea cual fuere su estatus social, económico, político, religioso, etc.
En el aspecto político en nuestro país, hoy se vive una situación de desespero entre los líderes de los diferentes partidos y es tal el grado de desesperación, que raya en lo que se podría definir como el “Síndrome de la Impotencia”.
La situación que vive el liderazgo del otrora omnipotente líder del PLD, Leonel Fernández primero con la situación destapada alrededor del su conductor principal Ing. Félix Bautista, más las posibilidades casi definidas de re postulación de Danilo Medina, lo tienen con la cabeza a más de un millón de revoluciones por minuto, dando como resultado la presentación apresurada de una serie de encuestas que a todas luces, ni él mismo se cree los resultados.
El Dr. Fernández y sus seguidores, no han sido capaces de siquiera disimular el grado de impotencia que los afecta y que demuestra una especie de depresión política, que no se sabe aun hacia donde los llevará ya que en su carrera ilusoria, casi desconocen o menosprecian el valor de los demás pre candidatos de su partido, los cuales no están pintados en la pared.
Por otro lado, también los líderes de los demás partidos políticos, tales como el PRD y el PRM, lucen afectados por el mismo mal y es que se aprecia entre ellos, una especie de vesania, a juzgar por la forma en cómo se manejan.
Por un lado, vemos a un Hipólito Mejía que no ceja en su afán de ser el candidato presidencial del incipiente PRM, no importándole la suerte del liderazgo joven e impoluto del Lic. Luis Abinader, quien ha hecho como el gallego que escondió la cabeza a sus enemigos, dejando fuera el cuerpo y solo ocupándose de decir, que El Ing. Miguel Vargas, es un político estúpido.
Y por el otro lado, vemos a Miguel Vargas Maldonado con un silencio casi sepulcral, aunque no hay que olvidar que tiene en las manos a un partido que conserva aun su originalidad aunque hay quienes dicen que se quedará solo en el mismo.
Por último, vemos al Dr. Guido Gómez Mazara junto a otros, sacándole los llamados trapos sucios, pero tanto él como sus seguidores se olvidan de que Miguel Vargas, aunque sigue en silencio, también conoce los lados oscuros de sus oponentes y que el día menos pensado, aunque sea por autodefensa o cobardía, también podría hablar.
Ojalá y que todos tengan un despertar y corrijan sus formas de procedimientos y que entiendan que este pueblo merece más respeto.