El Ministerio Público tiene ante sí un homicidio cometido con saña por miembros de la Policía Nacional, que tiene que ser investigado hasta las últimas consecuencias.
La muerte en Baní de Santos Florentino Méndez y su compañera Olga Lidia Arias Mercedes, las heridas a una tercera persona y el atropello a los hijos menores de edad de las víctimas, a manos de una patrulla policial, obliga a que el aparato judicial dé una respuesta contundente.
Los policías, vestidos de civil y sin orden judicial que los autorizara penetraron a la finca donde vivía la pareja y dispararon a matar.
Las circunstancias que rodean el suceso obligan a que el Ministerio Público determine cuáles ingredientes impulsaron a estos policías a actuar al margen de ciertos protocolos comunes cuando se presume violación de la ley.
Hay que desmontar en todos sus elementos este suceso horrendo que debe ser castigado.