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sábado, 28 de febrero de 2015

BARAHONA: Julio Vargas: un odontólogo apasionado de su profesión, la política y su pueblo

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 Tomado de Armario Libre

BARAHONA: Ser próspero y respetado en tu pueblo, no tiene precio, y si te preguntan cuál es el único profesional que se hace rico por tu boca, qué responderías?

Bueno, la respuesta es el odontólogo o dentista, la profesión que con pasión y entrega ha hecho de Julio Vargas un hombre progresista, visionario y emprendedor en Barahona, que en los últimos años ha contemplado dejar de lado para dedicar gran parte de su tiempo a otra actividad enloquecedora: la política.

“El estímulo que he expresado que hizo en mi caminar por donde he caminado fue tan grande y tan transparente y honesto, que mi profesión yo la elegí para ser independiente en términos económicos; porque el problema del político dominicano es que cuando llega a la política al ser esta una actividad que absorbe mucho tiempo se acostumbran a vivir de la política y de la política el que quiere servir, no puede vivir, entonces mi profesión yo la elegí para ser independiente en términos económicos”, precisó.

Expresó que está esperando el momento para comenzar a servirle más en grande a la población, desde el punto de vista político, aunque no especificó a partir de cuándo, aunque sí aseguró, que está creando todas las condiciones.

Explicó que su centro odontológico está hecho para ofrecer un servicio de mucha calidad, muy especializado, pero donde él tenga la menor participación, para entonces dedicarse a lo social y lo político.

“Entonces yo creo que me voy a retirar o me voy a semi-retirar de mi profesión para dedicarme de lleno a la actividad política, social y económica para desarrollar a la provincia de Barahona. Esto será en cualquier momento, estamos creando las condiciones y estamos cerca de ella”, manifestó.

Salir de tu pueblo como estudiante y regresar como profesional y 33 años después construir lo que ha construido, solo se logra con visión de futuro y el amor a su pueblo: Barahona, que nunca ha abandonado, y donde tiene su poca o mucha inversión.

“Yo te puedo decir que desde la educación de mis padres la visión fue de echar hacia adelante el desarrollo de Barahona, desde cualquier posición en que esté; sea profesional, congresual, municipal o nacional, porque yo percibí, observé que la generación de mis padres, que fue la primera de bachilleres de la provincia de Barahona quedó truncada, muy probablemente por efectos de la dictadura de Rafael Leonidas Trujillo Molina”, expresó.

Vargas sostiene que además de su padre, Pedro Vargas, entre ese primer grupo de bachilleres estaban Noel Suberví, Antonio Méndez,  Nosin Hazoury, el dctor Michel, Hottin Cury, entre otros muchos barahoneros, quienes vivieron los momentos de gloria.

Recuerda que ingresó a la política a los 17 años, porque entendía y lo sigue entendiendo, que es una de las maneras de lograr que los pueblos avancen, siempre y cuando se tenga la política como la consideró Juan Pablo Duarte.

“He dejado la política partidaria, pero en mí imbuye el político que quiere resolver y de ahí las acciones de la parcela social que hemos realizado y gestionado”, manifestó.

Vargas, es posible que haga poca actividad política partidaria, pero sí se mantiene muy activo en las actividades sociales y culturales a través del Club Rotario y la Alianza Estratégica de Barahona, dos entidades en las cuales realiza una loable labor a favor de la ciudadanía.

Expresó que en 33 años de profesión que tiene, sólo ha sido empleado público, cuando realizó una especialidad entre el 1987-1990, y se la pagó el Estado a través del Ministerio de Salud Pública.

Agregó que los odontólogos no hacen pasantía, pero él hizo una voluntaria en el municipio de Enriquillo, a finales del 1981.

Recuerda cuando le manifestó a su padre, Pedro Vargas, en el año 1982, que se quedaría en Barahona, porque veía que la provincia daría un salto en términos de desarrollo, con la celebración de los Juegos Nacionales, la instalación de varios bancos privados, el aeropuerto internacional María Montez, entre otras obras.

Dijo que en esa época, en Barahona hubo una clase económica importante, que dio un salto cualitativo y cuantitativo, en calidad y cantidad importante, producto de las mieles de desarrollo del ingenio Barahona.

Si la vida personal de Julio Vargas luce organizada, el Centro Odontológico que lleva su mismo nombre, está preparado con los equipos más modernos, amplios cubículos o consultorios, que cuando entras te hace pensar, que por un rato, saliste de Barahona para recibir un tratamiento bucal.

“Nuestro centro está proyectado para darle servicios a toda la sociedad organizada de la región, y en ese sentido hemos ido avanzando, porque aquí en el sector que yo estoy, puede generar mucha riqueza, siempre y cuando se les trate con el respeto que nosotros hasta hoy hemos tenido con las personas que llegan a nuestra consulta y a nuestras instalaciones”, sostuvo.

Y es que el doctor Vargas se ha preparado para un retiro acomodado y que su empresa continúe ofreciendo los servicios que requiere la población, porque su hijo, Pedro Vargas Marte, es el administrador, mientras dos de sus hijas son odontólogas.

Julio Vargas está casado con la doctora María Cristina Marte de Vargas, con quien procreó, además de Pedro Nicolás, a la odontóloga Lina Teresa, mientras que Angela Cristina está en la fase final de la misma carretera; en tanto que Angela Patricia es estudiante de término en Hotelería.

El doctor Vargas dijo que gracias al equipo de trabajo con el cual cuenta, familiar y contratado, en tan solo cinco años, tiene registrados diez mil pacientes, pero que la meta es multiplicar esa meta en los próximos tres años.

Expresó no es millonario, pero que está preparado para cuando lo haga, tener un retiro digno  y poder vivir de lo que en sus más de 33 años de profesión ha podido conseguir.