POR SANTOS SALVADOR CUEVAS
Para Ecos del Sur
Previo al año 2004, el país estaba envuelto en una frenética campaña electoral, cuyo eje de gravitación tenía la propuesta re leccionista de Hipólito Mejía, y la consigna de “E pa fuera que van” de Leonel Fernández.
En torno a esa batalla se aglutinaban las fuerzas y las simpatías de ambos bandos, el país fue testigo de la efervescencia, ataques y contra ataques tras el voto popular, tanto de las huestes blancas como de las moradas.
Los mejores soldados de cada fuerza estaban en el campo de batalla, y, como los Jefes de Campaña de ambos lados, nacional y de provincia por provincia, se tenía a los hombres y mujeres más probadas y leales a la causa de cada quién.
Fue precisamente en esa campaña del 2004, cuando el Sr. Sergio Grullón, Ministro de la Presidencia de la República y cuñado del presidente Hipólito Mejía, se apersonó a la provincia de Elías Piñas y, en un acto público y masivo, anunció a los habitantes de esa provincia la designación de la persona que se encargaría de dirigir como jefe la campaña releccionista del candidato oficial, en ese acto se le tomó juramento y se le entregó la batuta del mando al señor Quirino Ernesto Paulino.
Esa batalla provincial en Elías Piña, la ganó Quirino, lo que indica que se la jugó e invirtió hasta la madre, hablo de emociones y recursos materiales, para no ser derrotado por las fuerzas moradas que coparon el país con la consigna “E Pa´Fuera Que Van”.
Ahora bien, lo que no cuadra, como que no hay coherencia, es el hecho de que cómo se sostiene el argumento de que para esa misma campaña Quirino le haya entregado 200 millones de pesos al candidato opositor al suyo.
¿Por fin, con cuál estaba, a cuál apoyaba usted?
No puede ser verdad que usted en aquella ocasión coordinar la campaña del sector oficial, en la que resultó vencedor, y ahora, 11 años después, nos viene con el cuento de que usted le entregaba maletas de dinero al candidato que usted derrotó en su provincia para que también ganara las elecciones.
Eso, no cuadra.
Son los resultados de su papel de Jefe de Campaña del PPH en el 2004, lo que hoy le delatan y sirven de contraposición a sus inventos o sus planes para tomar venganza del hombre que le metió los grilletes y le envió a pulgar sus penas a cárceles de los Estados Unidos de América.
Quirino es un delincuente confeso, que no merece la credibilidad de nadie, a menos que no vivamos en un país moldeado por la doble moral, falta de carácter y la sed de venganza entre bandos políticos.
Qué se puede esperar de un delincuente vulgar y confeso, que con su acusación evidencia que no se ha arrepentido de sus actos perversos, que reincide en el odio y la maldad contra la sociedad dominicana.
Sólo quise expresar esto que no me cuadra entre la acusación actual de Quirino y su papel de Jefe de Campaña del PPH en el 2004.
Previo al año 2004, el país estaba envuelto en una frenética campaña electoral, cuyo eje de gravitación tenía la propuesta re leccionista de Hipólito Mejía, y la consigna de “E pa fuera que van” de Leonel Fernández.
En torno a esa batalla se aglutinaban las fuerzas y las simpatías de ambos bandos, el país fue testigo de la efervescencia, ataques y contra ataques tras el voto popular, tanto de las huestes blancas como de las moradas.
Los mejores soldados de cada fuerza estaban en el campo de batalla, y, como los Jefes de Campaña de ambos lados, nacional y de provincia por provincia, se tenía a los hombres y mujeres más probadas y leales a la causa de cada quién.
Fue precisamente en esa campaña del 2004, cuando el Sr. Sergio Grullón, Ministro de la Presidencia de la República y cuñado del presidente Hipólito Mejía, se apersonó a la provincia de Elías Piñas y, en un acto público y masivo, anunció a los habitantes de esa provincia la designación de la persona que se encargaría de dirigir como jefe la campaña releccionista del candidato oficial, en ese acto se le tomó juramento y se le entregó la batuta del mando al señor Quirino Ernesto Paulino.
Esa batalla provincial en Elías Piña, la ganó Quirino, lo que indica que se la jugó e invirtió hasta la madre, hablo de emociones y recursos materiales, para no ser derrotado por las fuerzas moradas que coparon el país con la consigna “E Pa´Fuera Que Van”.
Ahora bien, lo que no cuadra, como que no hay coherencia, es el hecho de que cómo se sostiene el argumento de que para esa misma campaña Quirino le haya entregado 200 millones de pesos al candidato opositor al suyo.
¿Por fin, con cuál estaba, a cuál apoyaba usted?
No puede ser verdad que usted en aquella ocasión coordinar la campaña del sector oficial, en la que resultó vencedor, y ahora, 11 años después, nos viene con el cuento de que usted le entregaba maletas de dinero al candidato que usted derrotó en su provincia para que también ganara las elecciones.
Eso, no cuadra.
Son los resultados de su papel de Jefe de Campaña del PPH en el 2004, lo que hoy le delatan y sirven de contraposición a sus inventos o sus planes para tomar venganza del hombre que le metió los grilletes y le envió a pulgar sus penas a cárceles de los Estados Unidos de América.
Quirino es un delincuente confeso, que no merece la credibilidad de nadie, a menos que no vivamos en un país moldeado por la doble moral, falta de carácter y la sed de venganza entre bandos políticos.
Qué se puede esperar de un delincuente vulgar y confeso, que con su acusación evidencia que no se ha arrepentido de sus actos perversos, que reincide en el odio y la maldad contra la sociedad dominicana.
Sólo quise expresar esto que no me cuadra entre la acusación actual de Quirino y su papel de Jefe de Campaña del PPH en el 2004.