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sábado, 14 de febrero de 2015

EL JILGUERO: La valentía de Leonel Fernández, la venganza de Quirino Ernesto Paulino

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POR SANTOS SALVADOR CUEVAS
Para Ecos del Sur

Se comprobó luego, que durante los años 2002, 2003 y parte del 2004, el señor Quirino Ernesto Paulino, hizo del territorio nacional una letrina o cloaca gigante por donde movilizó y exportó hacia el territorio continental de los Estados Unidos de América, toneladas y toneladas de drogas narcótica, con la que hizo daños irreparables a cientos de jóvenes, tanto aquí como allá en Norteamérica.

Fueron los hechos posteriores lo que pusieron en evidencia cómo se la ingeniaba para mover su cargamento sin temor, ni al más mínimo de los controles; pues, a esta hiedra humana se le trató por políticos y militares de las alturas con toda las poses de Rey, llegando a recibir, con la rapidez de un gamo, los ascenso continuos hasta ostentar en corto plazo el grado de Capitán del Ejército Nacional, y, como si esto fuera poco, con pena recordamos el momento en que el Sr. Sergio Gullón, a la sazón Ministro de la Presidencia y cuñado del presidente de la República de entonces, cuando con  orgullo y con las muelas de esquina a esquina, juramentaba a Quirino Ernesto Paulino, como el Jefe de la Campaña Reeleccionista del oficialismo en el 2004.

A de entenderse entonces, el porqué nadie podía tener la ocurrencia de poner un stop a este negocio rentable de Quirino y sus aliados. Andaba “como Pedro por su casa”, bajo el amparo del poder político-militar que imperaba sobre la nación.

Quirino era intocable, hasta pista de aterrizaje le construyó y permitió el poder de la época.

Son los hechos lo que dicen hoy que hubo un hombre al que se le ocurrió poner coto a tanto veneno, no sólo permitiendo que el criminal sea capturado, sino también que tuvo el valor de firmar la ordenanza donde permitía que Quirino y parte de sus secuaces vayan a rendir cuenta ante los tribunales de Estados Unidos, allí donde hay cientos de sus víctimas.

Leonel se la jugó al ponerle control al capo, aun sabiendo que con tal decisión ponía en juego su vida y la de sus familiares, y sabiendo que ese poder perverso del narcotráfico internacional se le vendría encima tarde o temprano.

Le dio en el cuajo, al ser apresado se le encontraron a Quirino, 1,387 kilos de cocaína pura, que sirvieron de cuerpo del delito.

Me imagino todo el dolor, miedo y terror del mundo que pudo embargar la vida de Quirino en ese momento en que veía irreversible su traslado hacia cárceles de EE.UU., me imagino todo el odio acumulado contra Leonel Fernández.

La sed de venganza del Sr. Quirino ha llegado, y se expresa en esos pronunciamientos escalonados, bien planificados por estrategas políticos del patio y sus aliados de ese bajo mundo, con los que pretende tomar su venganza y acondicionar el retorno al poder de aquellos que durante los años 2002, 2003 y parte del 2004 le trataban con pose de Rey.

Ahora viene pintándose de honorable esa bazofia humana, que si hoy está en libertad es porque claudicó, pactó y traicionó a sus jefes y subalternos en aras de que le acorten la sentencia.

Ningún traidor es honorable, ningún narcotraficante nos merece credibilidad y mucho menos si su blanco de ataque es la persona que le puso sobre la reja y le mandó a pulgar sus penas hacia Estados Unidos.

Quirino es un perverso, una cloaca humana que a nadie le merece respeto, ni clemencia, ni nada, usted debería estar pagando sus culpas aquí o allá.

Leonel Fernández debe ignorarlo, no perder su tiempo con esa cosa, al fin y al cabo, sus aliados en el patio sólo le creerán a Quirino, y no dejaran de usarle, como lo hacen, para tratar de contener ese 59% de aceptación que le acreditan las encuestadoras de prestigio en el país.

 No se detenga Quirino, siga en lo suyo, eso de hacer maldad se aprende y en eso usted hace rato se graduó con altos honores.