POR SANTOS SALVADOR CUEVAS
Para Ecos del Sur
Para Ecos del Sur
Desde chico escuché que, para la Constitución de Haití, no importa en donde estén o nazcan sus ciudadanos, para ellos siempre son haitianos.
En tal sentido, aunque no sorprende el discurso del presidente de Haití, SR. Michell Martelly, donde sostiene que “los nacidos en dominicana, serán devueltos a su país”, lo que viene a mostrar una incoherencia y un empeño provocador, que forma parte de un plan, en que se pretende desconocer la soberanía del pueblo y nación dominicana.
Hay toda una campaña en marcha de descréditos y distorsión contra el Gobierno y nación dominicana; siendo el más peligroso, ese empeño del Sr. Martelly, en declarar apátrida y devolver a sus propios ciudadanos.
El Gobierno dominicano debe mostrarse JUSTO Y ENÉRGICO, con sentido humanista ante los indocumentados y evitar las provocaciones que ya chocan en la frontera y cuyo exponente principal viene a ser el presidente haitiano Michell Martelly.
Allí en la frontera que nos separa de la hermana República de Haití, existe un territorio que, ni es de propiedad dominicana, ni tampoco es de propiedad haitiana; sino que se le ha identificado a lo largo del tiempo como TIERRA DE NADIE, por lo que éste espacio es el único medio que nos puede evadir de las confrontaciones orquestadas, y ya en marcha desde el gobierno haitiana.
Es decir, los ilegales enviados hacia su país, si son devueltos por las autoridades de Haití, entonces, no tiene porque haber “crispaciones ni mal entuertos”, sino que los mismos están llamados a quedarse en tierra de nadie.
La situación humana que se derive del estado calamitoso que pueda afectar a los nuevos habitantes en tierra de nadie, será responsabilidad única del presidente Martelly y nadie más.
No estoy con esas deportaciones a que la decisión del Tribunal Constitución (TC) ha llevado el país, pero hacemos causa común, como corresponde a todos los que amamos la Patria, con la soberanía que debe descansar en nuestro pueblo y sólo en nuestro pueblo.
La tierra de nadie en la frontera, debe ser la nueva morada de los vulnerados y devueltos desde Haití.
En tal sentido, aunque no sorprende el discurso del presidente de Haití, SR. Michell Martelly, donde sostiene que “los nacidos en dominicana, serán devueltos a su país”, lo que viene a mostrar una incoherencia y un empeño provocador, que forma parte de un plan, en que se pretende desconocer la soberanía del pueblo y nación dominicana.
Hay toda una campaña en marcha de descréditos y distorsión contra el Gobierno y nación dominicana; siendo el más peligroso, ese empeño del Sr. Martelly, en declarar apátrida y devolver a sus propios ciudadanos.
El Gobierno dominicano debe mostrarse JUSTO Y ENÉRGICO, con sentido humanista ante los indocumentados y evitar las provocaciones que ya chocan en la frontera y cuyo exponente principal viene a ser el presidente haitiano Michell Martelly.
Allí en la frontera que nos separa de la hermana República de Haití, existe un territorio que, ni es de propiedad dominicana, ni tampoco es de propiedad haitiana; sino que se le ha identificado a lo largo del tiempo como TIERRA DE NADIE, por lo que éste espacio es el único medio que nos puede evadir de las confrontaciones orquestadas, y ya en marcha desde el gobierno haitiana.
Es decir, los ilegales enviados hacia su país, si son devueltos por las autoridades de Haití, entonces, no tiene porque haber “crispaciones ni mal entuertos”, sino que los mismos están llamados a quedarse en tierra de nadie.
La situación humana que se derive del estado calamitoso que pueda afectar a los nuevos habitantes en tierra de nadie, será responsabilidad única del presidente Martelly y nadie más.
No estoy con esas deportaciones a que la decisión del Tribunal Constitución (TC) ha llevado el país, pero hacemos causa común, como corresponde a todos los que amamos la Patria, con la soberanía que debe descansar en nuestro pueblo y sólo en nuestro pueblo.
La tierra de nadie en la frontera, debe ser la nueva morada de los vulnerados y devueltos desde Haití.