BUSCAR EN NUESTRA PAGINA

Header Ads

miércoles, 30 de diciembre de 2015

OPINION: Loor y gratitud a los hombres de enero de 1959.

0 comments
POR ISMAEL BATISTA

 La lucha contra la dictadura de Fulgencio Batista se puede decir que fue el inicio de la  Revolución Cubana, una epopeya trascendental, forjada  por hombres de coraje, de principios firmes, decididos, que no conocieron el miedo, defensores de la dignidad y la justicia, con una visión clara y realista del porvenir.

 Atributos  profundamente arraigados  en los combatientes  revolucionarios de la Sierra Maestra, que desde sus inicios, fueron capaces de  sobreponerse  a las situaciones más difíciles del proceso del combate  en aras de desmantelar la dictadura de oprobios al  pueblo cubano y llevar la felicidad  a la tierra de José Martí y Antonio Maceo    

No fue fácil preparase para la lucha revolucionaria en Méjico,  pues, la persecución del  gobierno de ese país y el hostigamiento de los agentes del dictador Cubano Fulgencio Batista, del FBI norteamericano y los espías de Rafael Leónidas Trujillo, le crearon momento difíciles a los conjurados. No obstante, el proyecto revolucionario en contra de  la dictadura no se detuvo.

Y  la pequeña embarcación zarpa del puerto mejicano de Tuxpan la madrugada del 25 de noviembre de 1956 con la proa en dirección a Cuba. Ellos no imaginaban en ese momento el recibimiento que le darían el ejército del dictador cubano y, las repercusiones, tiempo después, en el orden social, político y militar internacional que tendría su empresa revolucionaria en América Latina y otros lugares del planeta.

Después de 7 aciagos y angustiosos días de una larga, tortuosa y extenuante    navegación, en una pequeña embarcación atiborrada de 82 tripulantes, en  condiciones climáticas desfavorables,  el 2 de diciembre, desembarcan por las playas Las Coloradas del  oriente de Cuba, en un área fangosa llenas de manglares

Y como si fuera la crónica de una muerte anunciada, las huestes batistianas esperaban a los revolucionarios encabezados por Fidel Castro para aniquilarlos implacablemente, en Playas Coloradas, lugar en el que el Che Guevara resulta herido. Días más tarde  fue capturado y asesinado el segundo jefe de la expedición revolucionaria  Juan Manuel Márquez. De tal manera que 15 días después de iniciada la guerrilla, el 50 % de los expedicionarios eran bajas y como consecuencia la desbandada era la lógica.

Transcurridos tres días  de la emboscada, el comandante y jefe guerrillero, Fidel Castro, se reencuentra  y se reúne con 15 sobrevivientes del holocausto y les dice:” Ahora si ganamos la guerra”.

Después de estos acontecimientos, los guerrilleros son presas del desconcierto en medio de las inclemencias que brinda  un ambiente desconocido donde la escasez de alimentos, armas y hasta de agua se convertían en  aliados de las tropas  persecutora.

No obstante, los combatientes prosiguen la lucha y realizan contacto con los lugareños de la sierra lo que con el paso del tiempo crea confianza y empatía que resultara en una alianza clave para la supervivencia y el triunfo del  la guerrilla

En el transcurrir de los meses el ánimo de los combatientes se reconforta y el número aumenta con el apoyo de  guajiros de la zona y los refuerzos enviados  por el frente urbano del Movimiento 26 de Julio.

Unos  6 meses más tarde, el frente guerrillero se convierte en  Ejército Rebelde con su Estado Mayor, asumiendo las prerrogativas que demandan las circunstancias. Y en efecto, prepara una ofensiva, tomando el cuartel del Uvero (Poblado de la  Sierra Maestra), hecho demostrativo de la capacidad de combate del ejército revolucionario y de la determinación de llevar la guerra a las últimas consecuencias.

La consecuencia es, que con el tiempo el movimiento revolucionario en sucesivas ofensivas adquiere el control de amplias áreas en la Sierra Maestra, denominada Territorios Libres, que  es realmente donde la Revolución Cubana  inicia  la reforma agraria, comienza la alfabetización y el nuevo sistema de salud.

Las confrontaciones bélicas entre el ejército rebelde y el ejército de la dictadura continuaron por más de dos años. Finalmente 300 guerrilleros mal pertrechados vencieron un ejército de más de 10,000 hombres bien armados.