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domingo, 6 de diciembre de 2015

OPINION: Milciadin, un sentimiento generalizado.

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POR JOSE VALENTIN PEREZ CUEVAS.

Tradicionalmente en el municipio de Tamayo  el tema político estaba  regido por un sentimiento  paternalista , entre sus  jóvenes no existía una definición clara y objetiva de si pertenecer a tal o cual  organización política ; seguíamos  a nuestros padres  y punto, pero esa iniciativa de enrutarnos por el camino de nuestros progenitores  y hermanos mayores surgía de forma natural ,  no nos  importaba si se era de  la  derecha o  la  izquierda, liberal o conservador , en fin nos auto dirigíamos como caballos de coche sin prever los peligros y las amenazas que nos arrojara  el horizonte.

De alguna forma aquello estaba ligado a una mística, que iba de la mano con el empoderamiento de una filosofía partidaria sin importar el nivel educativo que poseyera tal o cual individuo, creíamos en lo que creían nuestros padres, y de forma inconsciente  incurrimos en errores que  la falta de madurez no nos permitió dilucidar en el momento, era famosa la  frase “Para que sea un bueno de otro que sea un malo mío”

Gracias al avance tecno-educativo y al surgimiento de nuevos paradigmas el escenario político de hoy ha dado un giro extraordinario, ya no se es de quienes digan  nuestros padres, se piensa con libertad, se analiza la política desde una óptica más crítica, sin fanatismo , con visión clara y objetiva. La juventud ha entendido que los excesos son dañinos e incluso para las patrias chicas.

 Ese enfoque desfasado de ver la política como un medio para conseguir cosas de forma unipersonal o para un grupo reducido a tenido resultados funestos para  Tamayo que se reflejan en poco avance municipal, esto incluye: No contar con un sistema de alcantarillado funcional, una academia de música acondicionada, funeraria municipal, barrios organizados por clubes, un deporte robustecido, ambulancia para atender las emergencias , mercado municipal , matadero ,  centro de capacitación técnica ,etc. La falta de estos servicios básicos es el  reflejo de los errores cometidos en el pasado.

Hoy es normal escuchar jóvenes decir “Yo voy a votar por Milciadin, y no soy  Perremeista “Milciadin se ha convertido en un sentimiento generalizado en todo el municipio. Más de 20 años de servicios interrumpidos, dejando el alma en el escenario en cada  actividad realizada que van desde entregar un regalo a madres solteras, hasta desplazarse a los lugares más remotos de nuestro municipio a donar lápices y cuadernos a niños de escasos recursos.

 Desde el año 1994 Milciadin ha sido una columna  para los jóvenes que decidieron viajar a Santo Domingo en busca de una carrera universitaria. Milciadin ha estado presente en todos los momentos difíciles de nuestra comunidad dando todo a cambio de nada, excesivamente desprendido, celoso de los mejores intereses de su pueblo.

Si ha dado todo a cambio de  nada ¿Qué  no hará por su comunidad una vez sea electo  Alcalde?

Yo soy uno de esos tantos jóvenes que dice ‘’ Yo voy a votar por Milciadin, y no soy Perremeista’’ Milciadin es un sentimiento. Hay veces que hablo con jóvenes y adultos de otras organizaciones políticas de mi comunidad y pregunto ¿Por quién votaras para Alcalde?  Y la respuesta es Milciadin y no me importa lo que digan mis compañeros de partido, este pueblo necesita a Milciadin.

Ya desapareció en nuestro municipio el  votar por quienes digan nuestros padres, vamos a  escuchar nuestra conciencia, nuestro pueblo languidece, basta de decir y escuchar decir que Tamayo da pena.

¿Y tú que estás haciendo para ayudar a Tamayo?

Me llenó de orgullo escuchar decir a un amigo que en lo adelante  dejará  inaugurado el movimiento
 ‘’ Un voto por Tamayo ’’ el mismo aglutinará a decenas de Tamayeros ausentes que claman por un mejor bienestar del municipio.