Por Fredy Eligio Pérez Espinosa
Ante la mirada indiferente de muchos y el asombro de otros, lo que conocemos como “Centro Histórico de Santa Cruz de Barahona” ha sido convertido, de la noche a la mañana, en un depósito de cartones de todo tipo.
Me refiero, específicamente, a los cartones que utilizan muchos jóvenes para cubrir del sol los vidrios delanteros de los vehículos, lo mismo que el sillín de las motocicletas que se parquean en las calles Jaime Mota, 30 de mayo, Padre Billini, Anacaona, entre otras.
Este fenómeno no es nuevo en este País, pero sí en Barahona. Sin embargo, el desorden que notamos en estas actividades debemos ponerle un poco de atención y controlarlo.
No voy referirme en esta ocasión a las reales causas que originan esta forma de ganarse la vida, que van desde la falta de oportunidades de trabajos dignos, hasta la inequidad y la exclusión social de las clases más desfavorecidas económicamente de nuestra sociedad.
Quiero llamar la atención, en el caso a que hago referencia, el tramo de la calle Jaime Mota que va desde la Padre Billini hasta llegar a la María Montez, el cual es administrado, en la colocación de cartones, por personas que, dadas sus características, son nacionales haitianos.
Total, sean haitianos o dominicanos que realizan este tipo de “trabajo”, el hecho es que el centro de la ciudad de Barahona está en un continuo y creciente proceso de arrabalización que de alguna manera debemos de detener.
Pienso que de esta no agradable realidad, que todos los barahoneros y barahoneras conocemos, porque la vemos a diario, podemos sacar algunos aprendizajes que nos podrían ayudar a mejorar la situación y convertirla en una fuente de trabajo digno para muchas personas, sin que haya la necesidad de tirar cartones por doquier, pues, damos la impresión de que vivimos no en Barahona, sino en la ciudad de los cartones.
Mis hermanos, barahoneros y barahoneras, eso se ve muy feo, pero horriblemente feo. ¿Estoy equivocado o digo la verdad?
Párese usted, amigo o amiga, en la intersección de las calles Jaime Mota con Padre Billini, en las horas de la mañana, y observe de Este a Oeste, es decir, de la esquina donde está ubicado el Banco Popular hacia la intersección de las calles María Montez con Jaime Mota y observará todo cuanto estoy exponiendo en este artículo.
De acuerdo a mi opinión, las autoridades del municipio deben tomar el control de la situación que estoy exponiendo y elaborar un plan de trabajo (No un operativo, sino un plan) que incluya un censo para determinar el número de personas que se dedican a esta actividad y la ubicación de las zonas donde operan.
Luego de este levantamiento, hay que capacitar y entrenar a las personas, lo mismo que dotarlas de los materiales que les sirvan para cubrir los vidrios delanteros de vehículos y los sillines de las motocicletas que se parquean.
Los cartones que utilizan pueden ser la materia prima fundamental para elaborar protectores de los vidrios de los vehículos, pero con una bonita presentación. Reciclar es la palabra clave en este caso.
Con pocos recursos y con un par de jornadas de capacitación y entrenamiento es posible ejecutar un plan novedoso que ayudaría a mejorar el aspecto del Centro Histórico de Barahona, pues, los cartones tal y como son usados, no embellecen la ciudad, sino todo lo contrario.
El autor es Licdo. en Educación de la UASD
Contacto: elegidoprimero@hotmail.com
Ante la mirada indiferente de muchos y el asombro de otros, lo que conocemos como “Centro Histórico de Santa Cruz de Barahona” ha sido convertido, de la noche a la mañana, en un depósito de cartones de todo tipo.
Me refiero, específicamente, a los cartones que utilizan muchos jóvenes para cubrir del sol los vidrios delanteros de los vehículos, lo mismo que el sillín de las motocicletas que se parquean en las calles Jaime Mota, 30 de mayo, Padre Billini, Anacaona, entre otras.
Este fenómeno no es nuevo en este País, pero sí en Barahona. Sin embargo, el desorden que notamos en estas actividades debemos ponerle un poco de atención y controlarlo.
No voy referirme en esta ocasión a las reales causas que originan esta forma de ganarse la vida, que van desde la falta de oportunidades de trabajos dignos, hasta la inequidad y la exclusión social de las clases más desfavorecidas económicamente de nuestra sociedad.
Quiero llamar la atención, en el caso a que hago referencia, el tramo de la calle Jaime Mota que va desde la Padre Billini hasta llegar a la María Montez, el cual es administrado, en la colocación de cartones, por personas que, dadas sus características, son nacionales haitianos.
Total, sean haitianos o dominicanos que realizan este tipo de “trabajo”, el hecho es que el centro de la ciudad de Barahona está en un continuo y creciente proceso de arrabalización que de alguna manera debemos de detener.
Pienso que de esta no agradable realidad, que todos los barahoneros y barahoneras conocemos, porque la vemos a diario, podemos sacar algunos aprendizajes que nos podrían ayudar a mejorar la situación y convertirla en una fuente de trabajo digno para muchas personas, sin que haya la necesidad de tirar cartones por doquier, pues, damos la impresión de que vivimos no en Barahona, sino en la ciudad de los cartones.
Mis hermanos, barahoneros y barahoneras, eso se ve muy feo, pero horriblemente feo. ¿Estoy equivocado o digo la verdad?
Párese usted, amigo o amiga, en la intersección de las calles Jaime Mota con Padre Billini, en las horas de la mañana, y observe de Este a Oeste, es decir, de la esquina donde está ubicado el Banco Popular hacia la intersección de las calles María Montez con Jaime Mota y observará todo cuanto estoy exponiendo en este artículo.
De acuerdo a mi opinión, las autoridades del municipio deben tomar el control de la situación que estoy exponiendo y elaborar un plan de trabajo (No un operativo, sino un plan) que incluya un censo para determinar el número de personas que se dedican a esta actividad y la ubicación de las zonas donde operan.
Luego de este levantamiento, hay que capacitar y entrenar a las personas, lo mismo que dotarlas de los materiales que les sirvan para cubrir los vidrios delanteros de vehículos y los sillines de las motocicletas que se parquean.
Los cartones que utilizan pueden ser la materia prima fundamental para elaborar protectores de los vidrios de los vehículos, pero con una bonita presentación. Reciclar es la palabra clave en este caso.
Con pocos recursos y con un par de jornadas de capacitación y entrenamiento es posible ejecutar un plan novedoso que ayudaría a mejorar el aspecto del Centro Histórico de Barahona, pues, los cartones tal y como son usados, no embellecen la ciudad, sino todo lo contrario.
El autor es Licdo. en Educación de la UASD
Contacto: elegidoprimero@hotmail.com