Por Praede Olivero Féliz
Visité los dos cementerios de Barahona, el día de los fieles difuntos, acompañado de una comisión y lo que vimos da gana de llorar y en efecto la gente lloraba, no sólo por sus muertos, sino por el abandono de los cementerios.
Visité los dos cementerios de Barahona, el día de los fieles difuntos, acompañado de una comisión y lo que vimos da gana de llorar y en efecto la gente lloraba, no sólo por sus muertos, sino por el abandono de los cementerios.
El entorno del viejo cementerio, particularmente su entrada está destruido, con mucha agua y basura acumulada, moscas y un olor nauseabundo.
Los dos cementerios tienen basura acumulada en su interior, que pensamos se recogería por las denuncias previas al día de final, pero tenemos autoridades ciegas, sordas e irresponsables, que no resuelven ese desastre.
Los dos cementerios tienen basura acumulada en su interior, que pensamos se recogería por las denuncias previas al día de final, pero tenemos autoridades ciegas, sordas e irresponsables, que no resuelven ese desastre.

Esa práctica en el cementerio nuevo ha provocado grandes escándalos, pues varios difuntos han sido tirados al aire libre para robar sus ataúdes, la capilla fue desmantelada, se robaron las puertas, persianas, inodoro, lava mano, todo y nadie vio, nadie investigó, ni hizo nada.
Ya a las 6:00 de la tarde caía la noche como de golpe y en ninguno de los cementerios se prendió un bombillo, son dos bocas de lobo, que demuestran el abandono de nuestros campos Santos, entre basura, profanación de tumbas y oscuridad.
¡Que Dios los perdone!