POR DAVID RAMIREZ
De noche o de día, a toda hora y en cualquier lugar, los delincuentes campean por las calles de Barahona sin temor a nada ni a nadie.
Es una delincuencia audaz y numerosa que atemorizan a una población cada vez más indefensa
Ya no le basta con despojar a los infelices motoconchistas su única herramienta de trabajo.
Es una delincuencia audaz y numerosa que atemorizan a una población cada vez más indefensa
Ya no le basta con despojar a los infelices motoconchistas su única herramienta de trabajo.
Ya no le basta con azotar los hogares y al comercio local.
Ya no le basta robar y atracar a los transeúntes en las calles.
Ahora los delincuentes asaltan cuarteles policiales para llevarse las armas y las pertenencias personales de los agentes.
En Barahona ya ni la policia se siente segura en sus cuarteles.