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lunes, 30 de octubre de 2017

OPINION: Un presupuesto en una economía neoliberal

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POR ISMAEL BATISTA

Para los Estados de la Región existen tres elementos fundamentales que restringen el crecimiento de las economías. A saber, la deuda pública, la factura petrolera y la corrupción.

En las leneas a continuación nos referimos al caso de la República Dominicana:

Una evaluación a groso modo de las disponibilidades económicas del país nos revela fehacientemente el efecto mortífero para la economía dominicana que provoca la sangría que cada año le sustraen al Presupuesto Nacional el pago de la deuda Pública, la factura petrolera y la corrupción. Es de tal magnitud que se llevan increscendo cada año o alrededor del 60 % e los ingresos fiscales.

En la óptica de este concepto podemos señalar que para este año la Dirección Nacional de Presupuesto consigna erogaciones para el pago de intereses de la Deuda Publica ascendentes a 126,446.5 millones de pesos. Estos números no incluyen el pago de amortizaciones de capitales adeudados

En ese orden, no tenemos los datos recientes de la factura petrolera, que para mediado del 2016 se colocaba en 1685 millones de dólares. Otra obligación del Estado con giro al presupuesto de la nación, que si no fuese por la caída de los precios internacionales del petróleo y sus derivados, la sangría a la economía dominicana, hubiese sido mayor .

El siguiente ingrediente, entre otros, que contribuye a socavar las economías de nuestro país es la Corrupción Administrativa. En referencia al pasado reciente, en 1996, en el primera dirección estatal del PLD, el entonces presidente de la república Dr. Leonel Fernández, calculaba que en el cuatrienio anterior la corrupción se había embolsillado más de 30 mil millones de pesos.

Al día de hoy habría que hacer nuevos cálculos.

Visto lo anterior y las estimaciones presupuestarias del Estado dominicano para el 2018, de unos 814, 821 millones de pesos, de los cuales, estarán destinados al gasto publico 684, mil millones de pesos.

CONSECUENCIAS.

Y si realizamos simple operación matemática, se percibe claramente que el incremento de 64, 479 millones de pesos al presupuesto de 2018, lo que representa un poco menos de la mitad de lo destinado al pago de los intereses de la deuda pública, resultan insuficientes para los compromisos del gobierno en gastos corrientes y en políticas de inversiones.

De manera tal, que esta situación precaria de disponibilidad económica, en lo inmediato, tendrá impacto negativo en las ejecuciones de planes, proyectos y en la oferta de servicios de las instituciones públicas y ministerios, por las limitaciones presupuestarias que se verán abocados manejar.

Y en sentido general la situación económica constriñe al gobierno en las grandes políticas de inversiones y de desarrollo que se verán truncadas y, muchas no se implementaran al nivel que requieren las circunstancias del país

Y es bueno que el país asimile que este panorama económico es el efecto del despojo del Estado dominicano inducido por las políticas económicas neoliberales impuesta por banca internacional para extraer la riqueza producida en el país.

Y estas políticas económicas neoliberales impulsadas en el país resultan en un constante efecto deletéreo a la economía del país que arrastra consigo años tras años déficit fiscal, depreciación monetaria, y como expresamos en líneas anteriores, mengua la capacidad del Estado en la inversión de capitales para la producción y el verdadero desarrollo.

Situación económica constreñida que induce al gobierno recurrir a los empréstitos internacionales que hunden el país en un agujero que se cava más profundo en la tierra con cada préstamo en que se incurre

SOLUCIÓN:

Continuar, ampliar el parque energético de Punta Catalina, el cual ahorraras al Estado dominicano divisas por más de 400 millones de dólares al año, las construcciones de hidroeléctricas y continuar con la producción de energía eólica, paneles solares, entre otras posibilidades.

Elaborar un plan para el pago de la deuda externa. El marco de la Estrategia Nacional de Desarrollo 2030 sería un buen escenario.

Continuar el combate a la corrupción administrativa.