POR PRAEDE OLIVERO FÉLIZ
Al cumplirse 174 años de la independencia de la República Dominicana, he reflexionado con sentimiento cristiano que no todo el que dice señor, señor, entrará al reino de los cielos.
Nuestros gobernantes son los primeros que traicionan la patria y los ideales de los trinitarios, particularmente los del padre de la patria Juan Pablo Duarte, su ética, entrega, honestidad y patriotismo.
Son traidores a la patria los que practican o toleran la corrupción, los que endeudan el presente y el futuro del país, los que se pliegan al poder extranjero; los que llenan el país de extranjeros para explotarlos con bajos salarios en las obras públicas, fincas, empresas privadas y hasta le entregan documentos como dominicanos para comprarle el voto.
Esos traidores viven violando los derechos humanos de los dominicanos y de los extranjeros, mientras con sus discursos pretenden tapar el sol con un dedo, como si la mejor manera de decir no fuera hacer.
Como todos tenemos acceso a los medios de comunicación, podemos hacer un ejercicio simple, una investigación sencilla sobre las veces que los traidores a la patria, desde la función pública se refieren a ella, a los trinitarios, a los tres padres de la patria y especialmente a Juan Pablo Duarte, líder, guía y forjador de nuestra independencia, durante los 365 días del año.
Comprobaremos que las menciones son escasas y que practican todo lo contrario a la práctica política, administrativa y personal de aquellos patriotas, por eso con Duarte decimos al pueblo: "Mientras no se escarmiente a los traidores como se debe, los buenos y verdaderos dominicanos seremos siempre víctimas de sus maquinaciones".
