POR CAMILO CURY
Sin darnos cuenta, la abundancia de camarones de agua dulce que disfrutábamos en la cuenca baja del río Yaque del Sur y los drenajes de los campos del Ingenio Barahona, ha desaparecido, debido a la toxicidad del herbicida glifosato utilizado para eliminar las malezas de los campos de caña, canales de riego y de drenajes del Ingenio Barahona.
Este tóxico muy peligroso para los seres vivos en general sea microorganismos del suelo, animales, vegetales y humanos, con un efecto cancerígeno acumulativo que podría estar presente en cualquier producto alimenticio que se fumigue o se irrigue con agua contaminada por este producto.
Hacemos un llamado a las autoridades a monitorear y examinar los efectos nocivos que podrían estar causando las aplicaciones de este producto que pone en peligro nuestra vida, la fauna y la flora y su interacción en el medio ambiente.