POR RAFAEL MENDEZ
Diputado-Periodista
A mí, particularmente, me explosionó el alma con sólo pensar que el sistema educativo de la República Dominicana pudiera estar en ese tránsito…o más propiamente, en ese trance…
“Estamos preparando niños y niñas para un mundo que ya no existe…”.
Esa pregunta la hizo, al parecer para sí mismo, uno de los expositores del XXII Congreso Internacional de Educación “Aprendo”.
(Importante es recordar que ese Congreso es el más importante encuentro de la educación del país, en el que participan cada año centenares de docentes provenientes de centros públicos y privados).
Sin embargo, en alguna parte del programa que se cumplió cabalmente durante tres días, teniendo como escenario un salón repleto de forjadores y forjadoras de futuro, que no desviaba su atención a pesar de lo apretujados que estábamos, pareció una respuesta…
…”aunque las transformaciones han sido numerosas, sólo a través de la unión de los sectores, y una verdadera articulación público-privada, el país será capaz de dar el salto en materia de calidad educativa”...uuff…respiro.
Y ahí entra como rayo de luz el optimismo del presidente de Acción Empresarial por la Educación (EDUCA), Samuel Conde, quien exhortó al sector empresarial en particular, y a toda la sociedad en su conjunto.
Hace la invitación a renovar compromisos con el fortalecimiento de la calidad educativa, sea esta pública o privada, desde una visión de proyecto de nación anclada en la inteligencia de nuestra gente.
Y martilla con fuerza: “No es posible que con el nivel de inversión actual, con la penetración de la tecnología, la telefonía celular y los medios de comunicación, además del esfuerzo que ha venido desarrollando el Gobierno para dotar de más y mejores aulas…
…“y pagar significativamente mejor a los maestros, aunado al esfuerzo que muchísimas familias realizan para financiar la educación privada de sus hijos, solamente el 12% de los alumnos del tercer grado de educación primaria, sea capaz de leer con fluidez y de comprender lo que lee”.