Por Ing. Carlos Manuel Diloné
Las autoridades del Consorcio Azucarero Central (Ingenio Barahona), al parecer, se han propuesto como meta, aniquilar a la comunidad de Villa Central, y han decidido vomitar sobre este humilde pueblo todo el monóxido de carbono, que como una burla lanzan por sus chimeneas, producto de la quema de carbón mineral, en unas calderas que no tienen precipitadores electrostáticos (filtros), que permita contener el veneno que día a día, mata, diezma, doblega y reduce a la comunidad del Batey Central. Las empresas serias consideran en sus esquemas de administración, que es necesario un ambiente sano para el bienestar de las comunidades donde opera, su gente y su negocio y que éste es la base de una economía fuerte y sostenible. Para la Administración del consorcio, esto carece de importancia.
En 20 años de arrendamiento, el Consorcio Azucarero Central, no tiene una sola obra de infraestructura comunitaria que exhibir en Villa Central, para ellos la gestión social no es un compromiso que deben asumir en todos los niveles de la organización. Construyeron el Colegio “Jesús en Ti Confío”, y es el más caro de toda la provincia, los trabajadores no pueden enviar a sus hijos a estudiar en dicho colegio. En ese colegio la educación debe ser gratuita para los hijos de los empleados del Consorcio Azucarero Central, pero no es así, ellos prefieren explotar al trabajador hasta volverlo un bagazo.
Ni siquiera la vieja puertecita de entrada del otrora Country Club, la han reparado, han venido a saquear simplemente a nuestra comunidad. Parece como si reeditáramos las escenas del descubrimiento de Cristóbal Colón, donde los españoles sometieron a tanta crueldad y maltrato a la raza indígena, que llegaron a aniquilarla por completo.
Hoy el Presidente del Consorcio Azucarero Central, la empresa que más contamina en la región sur, es el Presidente del Clúster Turístico de Barahona, vaya usted a ver, la iglesia en manos de Lutero. “El concepto de clústers significa sencillamente aglomeración y/o proximidad de empresas con características similares o dedicadas a una misma actividad. Para Porter, se trata de una concentración geográfica de empresas interconectadas, que tienen una relación a la vez de competencia y de cooperación entre sí”. Nos encantaría ver cuando el contaminador principal de esta provincia, promueva la construcción de una marina, que permita traer cruceros a Barahona, donde se comprometa a no contaminar nuestras playas y costas.
PRACTICA INCORRECTA
Por lo general, el Bateyero nota que cada vez que se producen protestas surgen actores, que luego se los traga el viento, el problema por un tiempo se enfría, pero luego reaparece; es como si se tratara de las zafras, que cada año tiene un período muerto. Sencillamente, esos actores no vuelven aparecer, porque el Consorcio con migajas de pan le compra su accionar, condenándolos a la indiferencia en el accionar indiscriminado del Consorcio Azucarero.
Hasta donde tenemos noticias, el Consorcio comprometió la compra de más carbón mineral este año, que el año pasado. ¿Es mala esa práctica? No. Lo malo es que no han adecuado las calderas para quemar este carbón, porque sus calderas fueron diseñadas para quemar bagazo de caña. ¿Qué debe hacer el Consorcio? Instalar precipitadores electrostáticos (filtros), que retengan las partículas de hollín, humo, cachipas, monóxidos de carbonos y otros contaminantes, que lanzan de manera irresponsable sobre la comunidad Bateyera.
Señores Directivos del Consorcio Azucarero Central, detengan su mala práctica, que todavía están a tiempo, no le provoquen tanto daño a un pueblo que sólo los ha recibido con los brazos abiertos, aunque ustedes, quizás por el olor a grajo, han dejado al pueblo con los brazos bien abiertos.