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jueves, 20 de junio de 2019

OPINIÓN: ¡Para reflexionar!

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POR STILL PEREZ GUZMAN

La tesis o teoría adoptada por la Procuraduría y la Policía para identificar a los presuntos autores intelectuales del intento de asesinato en el que fue herido David Ortiz, descansan sobre la base de un notorio dislate técnico. 

Un disparate investigativo.

Si bien las explicaciones políticas y mediáticas satisfacen algunos sectores de la sociedad, ya por su falta de comprensión, ya porque tienen interés en que el nivel de investigación sea hasta ese punto; no logran satisfacer el espíritu racional y lógico de un proceso de investigación cuya finalidad sea la justicia penal.

Técnicamente estamos ante un proceso indiciario, no ante un proceso de pruebas.

Los indicios recabados son procesal y epistemológicamente débiles. No se podría llegar a una conclusión racional que abarque a los verdaderos miembros del entramado criminal que ejecutó este hecho, si no se respetan las reglas del proceso y de las ciencias forenses.

El Procurador y el Director de la Policía Nacional debieron explicar el sistema de garantías que soportó todo el proceso de investigación. La verdad en el proceso penal no debe ser obtenida a cualquier costo, pues hay cauces procesales que deben respetarse.

¿Se verificó la garantía de la cadena de custodia? No se dijo.

¿Se preservó la escena del crimen? Tampoco se dijo.

¿Qué tan potente es la premisa en la que descansa el razonamiento que busca vincular al prófugo Víctor Hugo Gómez con el encargo del crimen?

¿Son suficientes los cotejos de las fotografías y los vídeos?

¿Tecnológicamente, responden la calidad de las imagines fotográficas y videográficas a los estándares exigidos por las ciencias forenses?

Ya que sus afanes son evidentemente mediático y no técnico, debieron despejar las hondas dudas que tiene toda la sociedad dominicana y una parte de la sociedad internacional frente a las investigaciones.

¿Se le ha preguntado a Sixto David Hernández si chivateó alguna vez a Víctor Hugo Gómez y si sabía que éste tenía interés en matarlo?

Si bien el procurador dijo que David Ortiz le dijo que nunca ha tenido problemas con nadie, que nadie tiene porqué querer matarlo, no menos cierto es que Sixto David dice que tampoco tiene problemas ni hay personas con motivos para querer matarlo.

Finalmente, ¿es de tal tamaño el nivel de brutalidad del ejecutor del disparo para confundir al Big Papi con Sixto David?