SANTO DOMINGO: En los últimos días en el país se ha hablado mucho de Cytotec luego de que el Ministerio Público diera a conocer que el medicamento supuestamente le fue suministrado a una menor de edad por un general de la Policía Nacional para que abortara, en un caso que lleva por alegado presunto abuso sexual.
La sustancia es usada en el país de forma clandestina para la interrupción del embarazo, debido a que el aborto está prohibido por ley, sin importar las causales. La venta del medicamento en teoría solo está autorizado con receta médica, pero la realidad es que llega a las personas que lo usan con esos fines.
El Cytotec, cuyo componente químico es el misoprostol, es un análogo semisintético de la prostaglandina E1. En sus inicios, el medicamento era solo utilizado para la prevención y tratamiento de las úlceras pépticas y gástricas, secundaria, sobre todo al uso de antinflamatorios tipo aines, como diclofenac e ibuprofeno. La investigación original fue para ese uso, explicó a Diario de Salud la doctora Rosa Migdalia Terrero Carvajal, gineco-obstetra.
Esa realidad cambió al pasar los años, cuando los médicos se dieron cuenta de que era efectivo para otros problemas de salud. Eso ocurrió a finales de los años 80 y principio de los 90, según datos de la doctora.
“Luego se notó, que algunos farmacéuticos y dispensadores de farmacias sobre todo en Brasil, lo usaban y lo indicaban para que les bajara la menstruación a las pacientes, pero no era la menstruación lo que le estaba bajando, le estaba provocando un aborto, entonces ahí se fue usando cada vez más como forma de aborto clandestino. En Brasil y en Latinoamérica fue donde más se comenzó a usar este producto. Las mujeres lo usan como forma de aborto clandestino, pero tiene usos médicos también”, acotó la profesional.