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viernes, 27 de diciembre de 2019

OPINIÓN: Carga de odio y frustración en Leonel Fernández

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POR SANTO SALVADOR CUEVAS

Como no se esperaba ser derrotado por "un novato" en las primarias abiertas del PLD, el Dr. Leonel Fernández no se preparó como político fino para asimilar esos resultados adversos, y eso provocó que su alma, cerebro y corazón sean atrapados por el odio y una carga grande de frustración.

Desde esa derrota anunciada por los árbitros de la Junta Central Electoral, las actuaciones de Fernández dejaron de ser prudentes y ecuánimes, chocando de manera frontal con el comportamiento que él mismo había vendido en la sociedad.

Su primer disparate fue desconocer los resultados de un tribunal electoral a los que había reconocido como árbitros del proceso. Su segundo desacierto fue renunciar la presidencia y liderazgo del Partido mas inmenso del país en donde se campeaba como la estrella más aventajada, y ese mismo escenario su tercera burrada pues renunció diciéndole a más de 600 mil  empleados públicos que "Es pa'fuera que van", ahí mismo se inicio la estampida de cientos de seguidores retornando al PLD.

La torpeza política como se maneja ese hombre de inteligencia probada, lo ha aislado, y llevado como figura publica de un primer lugar a una posición de 4ta y 5ta categoría.

Leonel no se da ni cuenta que cada vez que surge con sus torpeza va cavando su sepultura political, lo recomendable seria tomarse un receso y negociar con Danilo y Gonzalo Castillo su retorno al PLD donde la doctora Margatita Cedeńo de Fernández de seguro organizaría su recibimiento por lo alto, es decir, con bombos y platillos.

La última metida de pata del doctor Leonel Fernández, es anunciar al país traspolar hacia la República Dominicana la experiencia Boliviana de desobediencia civil, de golpe de Estado e inicio de una guerra civil. Empiezo a creer que Leonel necesita de los auxilios de un cuerpo de psiquiatras pues esa vía es salvaje, nada tiene que ver con la democracia, y nunca debe olvidar que prender la mecha de la violencia es fácil, lo difícil es cómo apagarla después, en la guerra civil ninguna cabeza es segura, ni la suya, ni la mía, ni la nadie.

Apostemos todos a preservar y ensanchar lo que hemos construido de democracia.