BARAHONA: "Pon la mano delante de la boca" es una frase que todos hemos escuchado de pequeños y que a su vez seguimos diciendo a nuestros hijos, sin embargo, esta manera de evitar que los virus se esparzan ya está superada y se ha demostrado como no eficaz.
Si estornudamos sobre la mano, los virus y bacterias se pegan a los dedos que luego pasamos por manecillas de puertas, teclados, interruptores de la luz, cajones.
Una persona sana que toque estos sitios entra en contacto con los gérmenes y luego sólo le hará falta frotarse los ojos, tocarse la cara o urgarse la nariz para contagiarse.
Así que poniéndonos la mano delante no salpicaremos, pero contribuiremos a la difusión de los virus.
Se recomienda, como medida más higiénica, toser y estornudar sobre el codo flexionado o, en un pañuelo de papel que luego se debe echar inmediatamente a la basura. A continuación siempre hay que lavarse las manos con jabón.