POR STILL PEREZ
En materia de salud soy un lego, pero puedo ser un colaborador haciendo lo que los expertos recomiendan que se haga. Puedo quedarme en casa y ser ejemplo para que otros también lo hagan. Puedo hacer esfuerzos para persuadir hablando, sobre lo conveniente que es quedarse en casa, y puedo gestionar alimentos para la cuarentena y protectores para evitar el virus al exponerse.
Se ha intentado desacreditar el uso de las mascarillas de tela, alegando que no impiden la entrada del virus.
Es cierto que las mascarillas de tela no se ajustan totalmente a los estándares científicos. Sin embargo, la tendencia de la ciencia está diciendo que pueden hacer su trabajo.
Según leí en un artículo del doctor Octavio Féliz Vidal, la cantidad del inóculo puede ser atenuada cuando se usa mascarilla: es posible, con mascarillas de tela, la entrada del virus a nuestro organismo, pero en menor cantidad que si prescindiéramos de ella, pudiendo la cantidad no ser suficiente para provocar la infección.
A la luz de estas teorías de la ciencia, debemos, ante la escasez de los barbijos N 95 o quirúrgicos, utilizar las mascarillas artesanales en tela, pero esterilizándolas luego de cada uso para su reutilización.
