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lunes, 25 de mayo de 2020

OPINION: Las infecciones vaginales en la covidianidad

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Por Dr. Yotin Ramón Pérez

“El coronavirus nos ha obligado a trancarnos”, es una frase que popularmente se escucha en nuestro entorno. Las medidas propuestas por las entidades sanitarias oficiales con la finalidad de disminuir la propagación del COVID-19, a pesar de ser drásticas son más que necesarias.

Existen situaciones que no pueden detenerse y requieren la visita a un medico independientemente del riesgo que representa visitar un centro de salud. Las pacientes ginecológicas tienen una principal causa o motivo de consulta que son las infecciones vaginales. La vagina es un órgano, una cavidad virtual, un tubo o un espacio que comunica los órganos genitales femeninos internos con los externos, va desde el introito vaginal en la vulva hasta el cérvix, midiendo cerca de 7-9 cms de longitud.

Histológicamente la vagina está recubierta por un epitelio similar al del cérvix, de ahí la importancia de que algunos cambios celulares deben estudiarse con la misma magnitud y cuidados de prevención. Esta cavidad tiene un medio ácido, una microflora o microbiota con las condiciones suficientes para que los microorganismos que habitan allí no produzcan ninguna alteración patológica. Los Bacilos de Doderlain se encargan de que ese comportamiento se cumpla a cabalidad.

Entonces, ¿cuál sería la razón que provocaría que las mujeres presenten con tanta frecuencia infecciones vaginales? la respuesta es simple: la alteración de esa microbiota o la disminución del lactobacilo. El estrés, las duchas vaginales, el uso de óvulos naturales, los lavados vaginales, el uso de antibióticos, el exceso de higienización, el uso de ropas ajustadas, la mala alimentación, el sedentarismo, uso de dispositivo uterino, tabaquismo, múltiples parejas, representan factores que predisponen a infecciones vaginales.

La principal sintomatología de estas será el flujo vaginal que dependiendo de la característica pudiera hacer sospechar un agente etiológico valorando el color, consistencia, olor, cantidad. Puede ser blanquecino, amarillento, verdoso, que pudiera producir comezón, ardor o picazón, todas las características diferentes al flujo vaginal normal, el cual es claro, transparente, incoloro, que no huele a nada ni produce ninguna sintomatología o molestia.

¿Qué pueden hacer las mujeres para prevenir las infecciones vaginales y evitar recurrir a una consulta ginecológica? Comer saludable, evitar el exceso de higienización, evitar a toda costa las duchas vaginales así como los óvulos “naturales”, pues esta práctica es incorrecta ya que altera el medio vaginal permitiendo que los múltiples microorganismos que se encuentran habitualmente allí proliferen de manera anormal produciendo una infección. Evitar el cigarrillo y el uso de antibióticos de manera innecesaria; ambos alteran el epitelio vaginal y por consiguiente eliminan el lactobacilo encargado de mantener ese bienestar fisiológico de la vagina.

Importante mantener la comunicación constante con tu médico quien debido a las características de los signos y síntomas mencionados pensarían en diagnóstico presuntivo, pero dada las circunstancias, recomendamos las medidas antes citadas para prevenir o evitar las molestosas infecciones vaginales cuya frecuencia es alarmante en nuestra práctica.