POR GUILLERMO POLANCO.
Un 19 de Septiembre del año 1967, en la ciudad de Barahona, vio la luz del Mundo, por primera vez, la niña Rossy Esther Matos Matos (Chachi), apodo que se quedó impregnado en su vida, para siempre, cuando al tararear sus primeras palabras, llamaba a sus hermanas, “Chachi”, que era el nombre que le salía, a la inocente niña, cuando trataba de comunicarse con sus hermanas.-
Su pasión por el Volleyball se remonta al año 1979, cuanto llega a la Cancha Marino G. Matos, al junto de sus hermanas, para integrarse a los entrenamientos que dirigía Betsaida Burroughs, con el equipo de Mini-voli de la ciudad de Barahona.
Ya para finales del año 1979, con apenas 12 años de edad, participa en su primera competencia a nivel Nacional, El Convivio de Mini-volleyball, celebrado en el Distrito Nacional, donde mostró sus cualidades para este Deporte, y por su actuación fue escogida para formar parte de la Pre-selección Nacional de Mini-volleyball, de ese año.
Desde que llegó por primera vez a las practicas del volleyball, siempre estuvo de la mano de su mentora y entrenadora, Betzaida Burroughs.
En el 1980, participa en el 2do. Convivio Nacional de Mini-volleyball, celebrado en la provincia de Valverde Mao, donde tuvo una destacada actuación, que empezó a sorprender, a los Dirigentes Nacionales que estaban presente en dicho evento.
Su dedicación por entrenar, fue cada día más constante, llegaba bien temprano a la cancha, y regresaba tarde a su casa, por la razón, de que se quedaba a ver, los entrenamientos del equipo de Mayores.
Fue tanto el atrevimiento de esta jovencita, que a la entrenadora Betzaida, no le quedó otra alternativa, que, ponerla a entrenar con el equipo de Mayores.
En su paso por la categoría Infantil, sus compañeras Nieves, Negra, Josefina Ruiz, Banesa Guilliani, Annetty Beltre, Las hermanas Sahira y Mechy Lama, Mami, Ana, Albita, y demás, la definían como la jugadora más sobresaliente del equipo, conformado por jovencitas, bajo la tutela de Betzaida.
Ya siendo una jugadora con mayor experiencia, participa en los V Juegos Deportivos Nacionales, Barahona 81, (con apenas 14 años), luego en los VI Juegos, San Pedro 83, ya jugando en el sexteto inicial de la Región Enriquillo, y donde el ojo clínico del experimentado hombre del Volleyball Nacional, el Prof. Gioriver Arias, quedó hechizado, por la calidad de juego, los potentes Remates, y la fluida Defensa de la Barahonera.
En el 1984, ya Chachi, tenía enfundada la camiseta No. 7, del equipo más tradicional y Ganador del Volleyball Dominicano, el equipo de Mirador, bajo la tutela de Gioriver Arias, como su entrenador oficial.
Con Mirador, llegó para quedarse, primero comenzó en la banca, para luego adueñarse de la posición de atacante, con su calidad de juego, repartiendo potentes Remates por doquier, siguió mostrando su clase, actuación que le fue compensada con el galardón de la “Novata del Año”, del Torneo Distrital, notando la mayoría de la Fanaticada, Dirigentes y Periodistas que se daban cita para presenciar los juegos, que estaban delante, del nacimiento, de una nueva Estrella, del Volleyball Dominicano.
Aquí comenzó el despegue definitivo, de quien ha sido, una de las mejores exponentes del Volleyball Dominicano, nacida en la Perla del Sur.
En ese mismo año 1984, integra la Selección Nacional Juvenil en el NORCECA, celebrado en Nicaragua, luego participa en los Juegos Nacionales, Moca 85, y San Cristóbal 87, donde en estos juegos, la Región Enriquillo, obtuvo la medalla de oro, con la sobresaliente actuación de Chachi.-
En el año 1989, representa nuestro País, en el NORCECA, celebrado en Puerto Rico, luego participa en los Juegos Centroamericanos y del Caribe, celebrado en México, donde Chachi, siempre tuvo una destacada actuación, cada vez que le toco representar la enseña tricolor.
Fue escogida en dos ocasiones, como Jugadora Estrella de la Semana, en los torneos del 1990 y 1991, respectivamente, siempre jugando para el equipo de Mirador.
Jugadoras como Flor Colón, Deyanira Pascual, Danila Polanco, Zenaida Núñez, resaltan la calidad de juego de Chachi, y sobre todo, la Fuerza que le imprimía, a sus potentes Remates.
En el 1993, recibe una beca por el Miami Dade College, logrando el sueño anhelado de todo atleta, asegurar su futuro.
Jugando para el equipo de Miami Dade College, en el torneo 1993-94, fue escogida la Mejor Defensa, y en el torneo 1994-95, se llevó el galardón, a la Mejor Jugadora, en todas las posiciones.
Sus compañeras del equipo Juvenil, del Club Deportivo Barahona, Gloria Roa, Doris Perdomo, Normita Mendez, Manuela Feliz, Negra, Milagritos, Mami, Ana y demás, se expresan con mucho orgullo y admiración de su compañera Rossy Matos (Chachi).
“Chachi, era nuestra motivación, siempre fue una gran compañera”, decían por separado.
Betzaida define a su pupila, “Su disciplina, inteligencia, su salto y su potente Remate, la llevaron a los mejores escenarios del Volleyball Nacional e Internacional.
Las del equipo de mayores, tales como : Sandra Peña, Leocadia Perez (Milagritos), Odalis Reyes (Negra), Nina Laurens, Yngrid Cuesta, Ivelisse Arias, Teresa Matos, Nieves Rodriguez (Molina), Veteranas como Deborah Diaz y Agustina Almanzar, todas coinciden en palabras de elogios, para esta atrevida y flacucha jovencita, de cabellos crespo, ojos grandes, color canelos claro, con mirada dilatada, con labios exuberantes y carnosos, que describían el rostro, de la chica que llego al equipo en ese entonces, y que luego se adueñó del Volleyball en esa etapa, convirtiéndose, en una de las más sobresalientes del País.
Rossy (Chachi) Matos, una de las hijas más aventajadas de la Inmortal Betzaida Burroughs.
Define lo que Betzaida significo en su vida y como deportista :
“Betzaida, es como una Madre para Mí, es mi Inspiración, ella me enseño todo lo que Soy en el Volleyball; Mi Agradecimiento no se definen con Palabras”.
Exclamó en una ocasión, con lágrimas en los ojos, y invadida por la emoción, la destacada atleta, orgullo de Barahona.
Chachi, como le llaman sus amigos, pasara a la Historia del Deporte, como una de las Grandes del Volleyball, no solo de Barahona, sino, de toda la República Dominicana.
