En el día de ayer, viernes 10 de julio, junto a Juan Cuevas y Rigoberto Cuevas hicimos un recorrido por los lagos Enriquillo y Azuei, encontrando sin mayores sorpresas, reducciones importantes en los niveles de ambos lagos: 1.- el lago enriquillo bajó 23 centímetros (ó vertical), y 2.- el Azuei 18.
Estas mediciones contemplan un período de 63 días, y para el lago Enriquillo, objeto principal de este artículo, sumados los 23 de esta medición, más los 43 centímetros reducidos en la primera parte del año, es decir, del 30-12-2010 al 8 de julio 2020, completa 66 centímetros de reducción en lo que va de año 2020 hasta el 10 de julio presente.
Debemos recordar, que el lago Enriquillo sufrió una alteración inusitada de 23 metros en su nivel, del año 2007, con las tormentas Noel y Olga, al 30-12-2012, dejando de crecer, a partir del año 2013, en el que bajó 28 centímetros; 109 en el 2014; 122 en el
2015; 118 en el año 2016; 37 en el 2017; 99 en el año 2018; 112 en 2019 y 66 centímetros de altura en lo que va de año 2020, con los que suma una reducción total de 691 centímetros, por lo que, de los 23 metros referidos, aún quedan dieciséis metros y nueve centímetros (16.09 metros) de nivel de agua, por encima del nivel encontrado por las referidas tormentas, juntas a las demás ocurridas en esa temporada activa de cinco años, lógicamente, también, los huracanes como el poderoso Tomás, año 2010.
La temporada ciclónica 2020 está en curso, pero la escasez general de precipitaciones y la gran energía solar que nos ocupa, mantiene esa tendencia hacia la baja, pero las condiciones están ahí, latentes para hacer igual o peor de lo que las inundaciones del lago Enriquillo nos han enseñado.
Urge por demás la aceleración de la construcción de la presa de Montegrande y la interconexión, como seguro de vidas del sistema de derivación de aguas por Canoa.
