La sociedad barahonera es hija de una cultura solidaria por tradición. No se entienden los homicidios masivos por problemas menores.
Los "tígueres" de los 80's y 90's respondían a códigos éticos que respetaban. Era muy extraña la producción de un homicidio.
Los enfrentamientos entre grupos rivales tenían escenarios y armas definidas.
Muchos de estos personajes del bajo mundo de otrora eran apreciados y gozaban de gran simpatía por el respeto a la gente "seria".
En los últimos años, ha habido un liderazgo irresponsable en nuestra sociedad que impide búsquedas de soluciones a los conflictos sociales.
Se impone la intervención de un equipo multidisciplinario barrio por barrio para diagnosticar la "enfermedad" social.
Sociólogos, psicólogos, criminólogos y expertos en temas de familia deben formar parte de estos equipos.
¡A Dios que nos mire!