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lunes, 10 de agosto de 2020

OPINIÓN: Turismo de salud

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Por Sudelka Garcia

República Dominicana es un remanso de paz. Tiene playas, montañas, zonas libres de contaminación,  donde no llega el ruido molestoso.

 Además cuenta con una importante oferta de establecimientos médicos con tecnología de vanguardia y servicios de salud con fuerte demanda en el mercado internacional, como la cirugía plástica y los  consultorios odontológicos.

Todo el panorama es propicio para impulsar el desarrollo del turismo de salud y bienestar, al que se podría agregar el turismo  jubilados, especialmente orientado a personas de la tercera edad.

De hecho ya la República Dominicana figura entre los principales mercados del turismo médico en América Latina, después de México,  Costa Rica, Colombia, Brasil, Cuba y  Panamá, según datos difundidos por la Asociación Dominicana de Turismo de Salud (ADTS)

Son millones de familias  que en época normal viajan por el mundo, para disfrutar de su pensión o retiro. Pasan temporadas largas, y si la zona es acogedora, determinan establecer residencia permanente.

Médicos europeos desde ahora están señalando la conveniencia de buscar áreas de relajamiento, para poder  reducir el estrés y las tensiones provocadas por el corona-virus.

Pensar en viajes en estos momentos podría parecer  a muchos  una idea inoportuna, `pero no es así, La pandemia será controlada, y paulatinamente la vida volverá a nuevas normalidades en todo el mundo. No puede tomarnos de sorpresa la reanudación de la actividad turística.

Proponemos que las nuevas autoridades de turismo, en coordinación con el sector privado, continúen fortaleciendo el  turismo de salud, asociado al turismo para jubilados. Se trata de  habilitar áreas alejadas de la muchedumbre, del ruido, para la tranquilidad absoluta y la sana diversión, con el disfrute de la naturaleza.

Hay en el país suficientes zonas de montaña, de playa, de ríos, de recursos naturales infinitos, por lo que hay que comenzar a trabajar desde ahora con miras a un futuro cercano. El turismo sigue siendo la espina dorsal, el corazón de la economía dominicana.

Siempre se debe estar en evolución y ofreciendo variantes para su desarrollo  pleno, de ahí que recomendamos ampliar la cobertura del concepto de turismo de salud, de pensionados y de recuperación espiritual y social.