La realidad confirmó que la operación fue un éxito.Pero los angelinos no se han conformado con eso y se han movido bien en el mercado para reforzar aún más su plantilla y edificar un equipo capaz de seguir ganando campeonatos.
Han salido Danny Green, JaVale McGee, Dwight Howard y Rajon Rondo, complementos aceptables, sobre todo los tres primeros en defensa. Pero han llegado Dennis Schroder, Montrezl Harrell, Wesley Matthews y Marc Gasol. A priori salen ganando.
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El español está en condiciones de mejorar las prestaciones de sus predecesores con sus grandes virtudes: defensa, visión de juego y capacidad de pase, aptitud esta muy valorada de su juego, y más teniendo al lado a dos killers como LeBron y Anthony Davis.
No hará falta que anote muchos puntos (prácticamente ni siquiera que anote). De hecho, ya en su última temporada con los Raptors fue un jugador de equipo.
Su altruismo y su capacidad para generar buena química en el vestuario fueron dos razones que pesaron mucho en la decisión de los Lakers para ficharlo, al margen de su bajo coste, pues apenas cobrará 2,5 millones de dólares.
Marc, a estas alturas de su carrera, no añora el protagonismo de los focos y sí trabajar mucho en la sombra por el bien del equipo para intentar conquistar su segundo anillo, el motivo por el que aceptó la propuesta de los angelinos.
Y si el quinteto titular de los Lakers siembra el pánico, su banquillo también habrá que tenerlo en cuenta con magníficos recambios como Dennis Schroder, Alex Caruso, Zavier Simpson, Quinn Cook, Talen Horton-Tucker, Markieff Morris, Kyle Kuzma, Alfonzo McKinnie, Kostas Antetokounmpo, Jared Dudley, Montrezl Harrell y Jordan Bell.
En definitiva una plantilla que atemoriza al resto de equipos de la NBA a dos semanas de que comience el campeonato.
