El desarrollo del turismo dominicano necesita la integración de nuevos polos. Lograr apertura en zonas con una gran belleza natural, pero que se mantienen abandonadas. Hay que comenzar a explotar el turismo ecológico, de ríos, bosques, salud y aventuras.
El presidente Luis Abinader está trabajando para focalizar el desarrollo de importantes nuevos polos de interés turístico en diferentes zonas del país. Ello es necesario, porque cada región tiene sus propios atractivos y debe ser promocionada por sus facilidades particulares.
Ahora tocó comenzar a trabajar en Samaná. Por sus facilidades costeras, por su tierra y bosques vírgenes, por su entorno natural, necesita ser lanzado como una opción para los veraneantes.
Desde hace años de modo individual, pequeñas cadenas hoteleras han estado trabajando en Samaná, pero se necesita un impulso mayor. Ahora el presidente anuncia una serie de trabajos e inversiones que van a posicionar a Samaná como un importante polo turístico.
Ya en Puerto Plata se inició el retorno masivo de la actividad hotelera. Hace años, Puerto Plata fue la principal zona turística del país, pero por razones diversas las cadenas hoteleras internacionales fueron cerrando puertas y trasladándose a la zona Este.
Ahora le llega el momento de levantar de nuevo la bandera como una de las principales atracciones turísticas para el país. Hay que tener mucho cuidado con los detalles, que van desde la recogida de basura, estricto control de seguridad en los hoteles y su entorno, vigilar la calidad de los alimentos y evitar la anarquía de las playas.
Dentro de esa política de desarrollo del turismo, también se hace necesario que en cada pueblo se levante la infraestructura para que se exploten sus atracciones, que van desde el entorno de flora y fauna, la comida, las tradicionales, el baile y la hospitalidad.
En la zona de montañas, se puede explotar plenamente el turismo de aventura y de salud. Lo que busca este tipo de visitante es aire fresco, cero contaminación ambiental y tranquilidad.
