Para comprender cabalmente el tena de la violencia es imprescindible digerir que una acción violenta no se limita exclusivamente a la agresión física. Ella es todo acto que se realiza con la intención de perjudicar a otros, aunque la violencia física es la más ostensible, quizás por ser la que deja mayores evidencias, sin embargo insultar, negar derechos a los demás, humillar, abusar del poder, burlarse…son tan actos violentos como cualesquiera otros.
Con el tiempo, el ser humano ha venido librando una sorda batalla buscando contrarrestar este mal individual y social. Movimientos importantes como los abolicionistas, la liberación femenina, los movimientos antirracistas, han hecho comprender al mundo que todos los seres humanos tenemos derecho a una vida plena en los ámbitos familiares, laborales y sociales libre de violencia.
Como profesionales, y ahí va el meollo de la reflexión de hoy, debemos tener control de nuestras bajas pasiones, ira y contradicciones con las demás unidades interactuantes en ese ámbito, pues el temperamento y los aspectos ya señalados, son factores desencadenantes de violencia.
Afortunadamente, hoy en día existe una preocupación general por detener la violencia, es muy importante que seamos capaces de identificar las actitudes violentas que se presentan a nuestro alrededor o incluso lo que somos capaces de hacer nosotros mismos sin que nos demos cuenta.
Seamos voceros de una cultura de paz, concordia, comprensión, respeto y armonía en nuestros espacios habituales, especialmente nuestros hogares y en nuestro entorno laboral.
Amor y Paz !!
