BUSCAR EN NUESTRA PAGINA

Header Ads

viernes, 25 de junio de 2021

Afirman legisladores renuncian a partidos pueden ser sustituidos en sus curules

0 comments
Santo Domingo.-El abogado John Garrido aseguró que los legisladores que han renunciado a las organizaciones políticas por la cual fueron electos, su curul le pertenece al partido afectado, de conformidad con lo que establece la Constitución.

Garrido explicó que cuando un militante renuncia de su partido, pierde la membresía partidaria, como lo establece Ley de Partidos Políticos.

«Es decir, que si el afiliado tenía un cargo dentro del partido, al renunciar no se lo puede llevar para el otro partido, lo mismo es extensivo para los congresistas», acotó.

Experto constitucionalista señaló que el artículo 77, establece que cuando hay una vacante por cualquier motivo de la curul legislativa en el congreso, se le ordena al partido que lo postuló a que presente una terna a la cámara correspondiente para llenar dicha vacante. En derecho comparado, las curules pertenecen al partido que la ganó y no a la persona, agrega John Garrido.

“El tratamiento que el derecho comparado le da a esta situación es la de transfuguismo, es decir, cuándo alguien se aparta de los lineamentos partidarios y lo ha traicionado, es una forma de corrupción moral, ética y una práctica antidemocrática que altera las mayorías expresadas por la ciudadanía en las urnas, puesto que el transfuguismo genera una vacante, es decir, el parlamentario que se mueve a otro partido, encaja o subsume dicha conducta a una vacante», agregó.

En un documento de prensa, John Garrido plantea que las organizaciones que han sido afectadas con renuncias de legisladores electos en sus boletas, pueden presentar ante las Cámaras Legislativas las ternas para llenar esa vacante.

Puso como ejemplo el sistema de partidos de Colombia, que define al transfuguismo como un fraude a la democracia y explica que en la jurisprudencia colombiana, la Corte Constitucional ha calificado al transfuguismo como una modalidad de “deslealtad democrática”, pues se basa en un fraude a la voluntad del elector.