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domingo, 6 de febrero de 2022

Coincidencias o paradojas de la vida?

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POR OTILIO AGRAMONTE

Sacando la cara por la clínica Santo Tomas, patrimonio de la salud en la región Sur.


Ahora con la apertura tecnológica y la expansión de las redes sociales, todos podemos escribir, y eso es bueno para la democracia; solo que algunas denuncias que se hacen, hay que analizarlas de manera fría y tomarlas con pinzas, porque aveces la intención es más de dañar que de solucionar. 


En centros médicos de nuestra capital, se hacen turnos para consultas y otras áreas, hasta de toda una mañana, dependiendo la cantidad de pacientes que estén en turnos en busca de servicios. Aquí eso no se puede, es una ofensa, y las jóvenes que brindan las atenciones al cliente no son seres humanos, no pueden enfermarse, ni hacer un espacio por turnos (como en los bancos), para almorzar pasada la una de la tarde, porque eso es una gran molestia, aún  estando sentado.

También, tienen que hacer un depósito para entregarle el mando o control del televisor y el aire en la habitación; al final se le devuelve dicho depósito, porque es una medida para evitar la desaparición de estos pequeños auxiliares eléctricos. Todo eso se hace en la capital y nadie dice nada, pero aquí no se puede; de ahí y por otras medidas salen injustificadas maledicencias.

Hacer eso en Barahona es un pecado, porque yo pago y me descuentan mi dinero de seguro.

Pero como reza una filosofía de nuestros campos latinos; "El Corazón de la Auyama solo la conoce el Cuchillo".

La semana que concluyó, solo para limpieza extra y mantenimiento de los aires, esa administración pagó un aproximado de 60,000.00 pesos.

En otras ocasiones, hemos mantenido que los ataques alegres a "Clínica Santo Tomás, un Centro Médico con méritos ganados por más de 50 años en el ejercicio legal de la medicina y al cuidado de pacientes de toda una región"; esos ataques son después de la partida al más allá, de su fundador, Dr. Gerineldo Pérez y Pérez, y así lo hace entender la tóxica que sube la nota de rabia a las redes, aunque en ningún momento hace mención de cuál es su caso y en qué se le afectó.

La  persona habla muy bien de la administración en vida del Dr. Pérez y Pérez, pero no conoce que esa es la misma que se mantiene y que contribuyó a levantar  esa importante entidad de salud.

 Vienen recuerdos a nuestra mente, de cuando estuvimos muy activo en la radio; pues un ex empleado de banco que nos profesaba mucho afecto, ese cariño cambió de la noche a la mañana con quien suscribe y otros colegas, solo porque él había tenido un lío de faldas con un compañero nuestro, en el que no tuvimos ninguna intervención  o participación.

Ahí pagamos todos quienes hacíamos radio. 

El personal de clínica SantoTomás es muy amplio, y la vida de cada uno de ellos por supuesto, es diferente e independiente fuera del centro de salud.

Las cosas que denuncia esa  persona, si bien no pueden pasar por alto, nunca recibirían aprobación de la administración, tampoco lo que dice pueden pasar todas a la vez, y fíjense como se expresa del  servicio de enfermería, donde quizás por sentimientos encontrados con una sola de ellas, están pagando todas las enfermeras, al igual la clínica.
   
Entonces, de ahí la interrogante:

Razones para ataques, o paradojas de la vida?.