La víctima respondía al nombre de Cristina de la Cruz de la Cruz (Maroa), de 35 años de edad, quien supuestamente hizo contacto con un cable eléctrico, momento en que se iba a sentar en una silla para comer.
Tras recibir la descarga eléctrica fue llevada al Hospital Municipal de Yamasá, donde el personal médico hizo todo el esfuerzo para mantenerla con vida, dándole RCP por más de 30 minutos, pero no fue posible y fue declarada muerta.
Maroa deja cuatro hijos en la orfandad, la más pequeña de dos meses de nacida.
Hasta el centro de salud se presentó el coronel Medelin Marcelino, Supervisor Zonal de Yamasá, la Dirección Central de Investigaciones Criminales (DICRIM).
