Barahona: Un ambiente de tensión se estaría viviendo entre médicos y empleados del Hospital Regional Universitario Jaime Mota de esta ciudad, luego del fallecimiento de una mujer de 28 años, tras realizarle una cesárea y las supuestas amenazas de parientes de estas.
Según una fuente ligada al centro de salud, los galenos están temerosos y han optado por tomar algunas previsiones de seguridad.
Mientras que el personal de apoyo, como son porteros, camilleros, de limpieza y otros, se estarían limitando a utilizar el carné y vestimentas que los identifica como empleado del hospital.
Según la fuente, en el Jaime Mota se vive un estrés laboral, producto de las supuestas amenazas de un familiar de la joven fallecida Noribel Vargas Féliz, inconforme con lo sucedido con su pariente.
Ante la inconformidad y las denuncias de los familiares sobre una posible mala actuación medica en el caso, la dirección del centro de salud emitió un comunicado de Prensa, señalando en el proceso quirúrgico se establecieron los protocolos establecidos.
Indica la nota, que tras el proceso la joven madre, presentó un cuadro de dificultad respiratoria y a pesar de los esfuerzos médicos por reanimarla no lograron tener éxito.
Sin embargo, esta explicación no ha logrado satisfacer las inquietudes de los familiares, especialmente su padre Domingo Vargas, quien ha hecho público una serie de situaciones que según él se produjeron tras el deceso de su hija.
Entre estos ha citado que supuestamente no se notificó a los familiares la situación de salud de su hija, tras el parto por cesárea, la colocación de militares en el la morgue donde fue depositado el cadáver, entre otros.
La ocurrencia de una muerte materna moviliza los actores del sistema sanitario del país, quienes tienen como tarea establecer si la causa de las causas de la muerte era prevenible y si se trató de un fallecimiento súbito.
