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viernes, 18 de agosto de 2023

Algunas notas sobre las Elecciones en Argentina.

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Por Carlos Julio Féliz Vidal.

El proceso electoral de Argentina, país suramericano que tiene 34.4 millones de electores, tiene unas particularidades que son las que permiten comprender lo ocurrido en dicho país el 14 de agosto, donde obtuvo mayoría de votos un candidato que las encuestas no consideraban como el favorito, Javier Milei, presentado por una organización política que no es de las tradicionales en Argentina, La Libertad Avanza.

A la contienda a la que concurrieron candidatos y partidos políticos el 14 de agosto, fue a las PASO, que es una antesala de la elección presidencial que ha de celebrarse en el mes de octubre.

En Argentina las paso son las "primarias abiertas, simultáneas y obligatorias", a las que deben someterse los partidos y los candidatos.

Primarias porque en esas elecciones se definen los candidatos de los partidos; abiertas porque todos los electores argentinos pueden votar en ellas; simultáneas en tanto se celebran en la misma fecha para todos y obligatoria porque  se impone su participación a los partidos, candidatos y electores.

Un partido puede presentar uno o varios pre candidatos a la misma posición; de ser varios, el que obtenga más votos será el candidato en las elecciones de octubre, en el caso de Javier Milei fue el único postulado por su partido.

Argentina tiene un sistema singular de doble vuelta electoral; un candidato que saca más de 45% de los votos gana en primera vuelta; también gana en primera vuelta cuando obteniendo más del 40% de los votos, pero menos del 45%, supera al candidato que le sigue en votos, con más del 10% de los sufragios.

Milei obtuvo algo más del 30% de los votos en las primarias abiertas; no es presidente aún, pero su ventaja y la de su partido con respecto a los otros contendientes, indican que es el candidato con mayores posibilidades de ganar las elecciones de octubre, y de haber doble vuelta, competir, y, posiblemente, ganar en las de noviembre.

A mi modo de ver las cosas, las expectativas de Milei son buenas si logra motivar al 30 por ciento de electores que no fue a las urnas a que vote por él; si es capaz de mantener un discurso atractivo para el electorado del país que viene procurando un cambio en el manejo de la cosa pública, si no se hace presa de las emociones y confunde la victoria en las primarias con la victoria en las presidenciales, porque le faltan quince puntos electorales para pasar en primera vuelta y con suerte diez si los otros candidatos se mantienen tan cerca uno del otro, que Milei supere al más próximo con diez puntos electorales.

Cabe recordar que compite con partidos tradicionales con muchos recursos y experiencia electoral. Su mayor ventaja está en el desgaste de las Fuerzas políticas tradicionales y en la voluntad del pueblo de producir un cambio en el manejo del Estado; su mayor dificultad está en saber gestionar con éxito la nueva etapa electoral, a sabiendas de que la presidencia requiere una mayoría calificada de la que todavía está distante.

Las primarias de Argentina son una verdadera encuesta, el indicador más preciso de la intención del voto, se vienen aplicando con la modalidad actual desde el 2011 y lo normal ha sido que quien las gana resulte presidente, sin embargo, en este proceso, las ganó un candidato que no era el favorito de las encuestas, venciendo a los partidos tradicionales, incluyendo al candidato del partido en el gobierno.

El sistema electoral argentino estará puesto a prueba en octubre, dado el giro inesperado de las primarias del 14 de agosto.