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sábado, 24 de febrero de 2024

A los expresidentes Leonel Fernández y Danilo Medina

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Por Olmedo Pineda

Estamos nuevamente ante el mismo escenario que motivó que le escribiera aquella comunicación que no varía en nada por el mismo comportamiento que he visto por parte de ustedes líderes de masas.

Le conmino nuevamente tanto a Leonel como a Danilo a juntarse en una mesa de negociaciones y tirar las cartas sobre la mesa y despojarse de todas ambiciones de poderes por el bien de sus seguidores y principalmente por un país que podría estar cansado y pensando darle un voto de castigo por los resultados que a través de los certámenes electorales y que se han sentido burlados por el mismo comportamiento mostrados por sus dos líderes de masas.

Estamos ante un escenario político similar al que lo mantiene dividido políticamente pero el tiempo y las mismas actuaciones las circunstancias exhibidas son las mismas .

En momentos de grandes crisis de los pueblos suelen poner a prueba la verdadera estatura de sus líderes políticos, tanto su grandeza humana como su trascendencia histórica. La sucesión de hechos ocurridos desde las primarias del pasado 6 de octubre hasta las elecciones municipales de este domingo, retratan un cuadro altamente preocupante para nuestro sistema de partidos, para nuestra democracia e incluso para el ordenamiento institucional del país.

En diversas formas, los dominicanos hemos dado una lección de civismo y vocación democrática, a la que el liderazgo político debe corresponder con igual altura. Para los herederos de Bosch, hoy separados por actitudes, posturas y puntos de vista de ningún modo irreconciliables, se abre la oportunidad de evaluar las lecciones del momento y tender puentes de reencuentro. La familia bochista, el país y el mundo, aplaudirían un gesto histórico de humildad y grandeza de parte de los dos mayores líderes democráticos de la República Dominicana en la actualidad.

Compañeros Danilo y Leonel, desde lo más hondo de mi corazón, movido por el mismo amor que les mueve a ustedes por este país, les elevo esta humilde sugerencia. Nadie pierde y todos ganamos, si en un ejemplo supremo de unidad, ambos decidieran sentarse con sus corazones en la mesa, sus ojos en el país y su conciencia en la historia, en nombre de nuestra democracia y de la magnífica obra de gobierno que ambos han encabezado, ejemplo para América Latina y el Mundo. ¡Si así lo hiciereis, la historia los recompensará generosamente!

No deje para mañana lo que puede hacer hoy. El tiempo apremia.

Mañana puede ser muy tarde…..