Por Elizabeth Mora
Convertirse en padres transforma la vida, el cuerpo, los horarios… y la relación de pareja. Lo que alguna vez fue una dinámica de dos, con citas, conversaciones espontáneas y momentos íntimos, se convierte en un proyecto compartido donde el amor también se traduce en pañales, desvelos y decisiones difíciles. La crianza es un viaje hermoso, pero desafiante. Por eso, es vital aprender a ser pareja y padres a la vez, sin que una parte destruya a la otra.
¿Por qué es tan difícil?
Porque la llegada de los hijos cambia las prioridades. El cansancio se acumula, los desacuerdos aparecen y el tiempo para la pareja se reduce. Lo urgente se impone sobre lo importante, y sin darnos cuenta, comenzamos a funcionar como "socios de crianza", dejando en pausa la conexión emocional.
Pero criar en equipo no significa dejar de ser pareja, sino todo lo contrario: implica construir juntos, apoyarse mutuamente y recordar que el amor que se tienen también es una forma de educar a los hijos.
Claves para una crianza en equipo efectiva
1. Comunicación constante y honesta
Hablen. Mucho. No solo de los hijos, sino también de lo que sienten, lo que necesitan y lo que sueñan como pareja. Los malentendidos y frustraciones suelen nacer del silencio o de suposiciones.
2. División equitativa de responsabilidades
La carga mental no debe recaer en una sola persona. Repartir las tareas del hogar y de la crianza de manera justa evita el resentimiento y fortalece el respeto mutuo.
3. Tiempo de calidad en pareja
Aunque sea una hora a la semana, dediquen un espacio para ustedes. Una cena, una caminata, ver una película abrazados... Lo importante es reconectar como pareja, no solo como padres.
4. Acuerdos sobre la educación de los hijos
Establezcan reglas y límites en conjunto. Los hijos necesitan coherencia, y ustedes, sentirse en el mismo equipo. Las decisiones deben ser compartidas, no impuestas.
5. Apoyarse emocionalmente
Habrá días difíciles. Por eso es fundamental ser el refugio del otro. No se juzguen, no compitan por quién hace más. Reconozcan el esfuerzo del otro y celebren las pequeñas victorias.
Ser pareja no compite con ser padres
Muchos creen que la relación de pareja debe “aguantarse” hasta que los hijos crezcan. Pero es precisamente ese amor y respeto mutuo lo que les enseña a los niños cómo se construye un vínculo sano. Cuidar la relación de pareja es también una forma de cuidar a los hijos.
En nuestra casa, la crianza en equipo ha sido una lección diaria. Con dos hijas en etapas tan distintas —una adolescente de 17 años y una pequeña de 8—, los retos se multiplican. Mientras una necesita espacio, confianza y escucha, la otra requiere presencia, estructura y ternura. A esto se suman nuestras responsabilidades laborales, que no son pocas y muchas veces nos dejan agotados.
Nuestra clave... somos equipo , no tratamos de ser perfectos y vamos aprendiendo y creciendo junto a nuestras hijas .
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La autora: Dra. Elizabeth Mora, MSc.
Psicoterapeuta especialista en terapia sexual, familiar y de pareja.
Terapeuta cognitivo conductual niñas, niños y adolescentes.
Para citas contactar al teléfono vía Whatsapp: 849-530-0635.
Reside en Barahona.
