BUSCAR EN NUESTRA PAGINA

Header Ads

miércoles, 14 de mayo de 2025

El duelo de tomar distancia de alguna amiga o amigo : Sin daños a terceros

0 comments
 Por Elizabeth Mora

Hay despedidas que no se anuncian. 

A veces, las amistades se enfrían sin previo aviso, se desvanecen entre silencios incómodos o simplemente toman caminos diferentes. Tomar distancia de una amiga o amigo puede sentirse como una pérdida profunda, aunque la otra persona siga viva y quizás hasta cerca físicamente. Es un duelo silencioso, muchas veces invisible para los demás, pero muy real para quien lo vive.

¿Por qué duele tanto?

Las amistades son vínculos que construimos desde el  amor, tiempo y confianza. Con algunas personas compartimos etapas importantes, secretos, momentos únicos, apoyo emocional y hasta crecimiento personal. Cuando esa conexión cambia o se rompe, el vacío puede sentirse tan fuerte como el de una relación amorosa. Es normal sentir tristeza, confusión, nostalgia e incluso culpa.

No siempre hay un conflicto

A veces la distancia llega sin una pelea. Simplemente los intereses cambian, los valores evolucionan o las prioridades se transforman. Es posible que lo que antes nos unía hoy ya no nos conecte. Y eso también es válido. No toda pérdida viene acompañada de drama; algunas llegan con un silencio que pesa más que cualquier discusión.

Permitirse sentir

Negar el dolor no lo hace desaparecer. Vivir el duelo implica aceptar la tristeza, llorar si es necesario y reconocer que algo importante cambió. No se trata de juzgar lo ocurrido, sino de validar lo que sentimos. Es un acto de amor propio darnos permiso para extrañar, recordar y sanar desde la distancia.

Aprender a soltar desde la  gratitud

Tomar distancia no borra lo vivido. Honrar la amistad que fue, agradecer los momentos compartidos y quedarnos con lo que aprendimos es parte del proceso de soltar desde la paz. A veces, soltar no es olvidar, sino aceptar que cada persona tiene un tiempo y un lugar en nuestra vida.

¿Y si se reencuentran los caminos?

También es posible que con el tiempo, ambas personas sanen, maduren o simplemente se reconecten desde una nueva versión de sí mismas. Pero incluso si eso sucede, hay una gran posibilidad de que el vínculo  jamas sea el mismo que tenían. 

El duelo por una amistad que se aleja es un proceso íntimo, humano y necesario. Aprender a cerrar ciclos con respeto, tanto por la otra persona como por uno mismo, es parte del crecimiento emocional. Algunas amistades son eternas, otras temporales, pero todas nos dejan algo valioso. Y aunque duela, también es un acto de amor saber cuándo es momento de tomar distancia.

Espero que este escrito te haya llegado en buen momento .. si es así compártelo por favor. 

Te abrazo si tú también tienes tumbas dolorosas en tú alma de esos amigos/as que ya no son parte de nuestras vidas.

La autora: Dra. Elizabeth Mora, MSc. 
Psicoterapeuta especialista en terapia sexual, familiar y de pareja.
Terapeuta cognitivo conductual niñas, niños y adolescentes.
Para citas contactar al teléfono vía Whatsapp: 849-530-0635.
Reside en Barahona.