SANTO DOMINGO: Garber Silvestre Araujo, sargento mayor de la Policía Nacional de 35 años, falleció la madrugada del martes 8 de abril tras el colapso del techo en el Jet Set Club. El accidente ocurrió mientras acompañaba a unos visitantes del exjugador de Grandes Ligas, Pedro Martínez.
Garber trabajaba como chofer y escolta del pelotero. Según su tía, Clarimel Lara Araujo, “Vinieron unas personas de Estados Unidos y Pedro Martínez le comunicó que los llevara a esa fiesta de Rubby Pérez. Así mismo lo hizo”. Una llamada proveniente del extranjero y publicaciones en redes sociales encendieron las alarmas de sus familiares. Garber había compartido fotos y videos desde la fiesta, lo que permitió rastrear su paradero cuando dejó de responder su celular.
Clarimel explicó que su esposa no notó su ausencia de inmediato. “Como él estaba acostumbrado, su esposa no se dio cuenta. Ella sí en la mañana cuando se despertó dijo: ‘¡Wao! Garber no llegó. ¡Qué extraño!’, porque él sí se lo comunicó a ella lo que iba a hacer. Él estaba trabajando”.
La familia Silvestre Araujo atravesó una espera de cuatro días sin noticias claras. Vivieron momentos de angustia mientras esperaban la confirmación oficial. “Fueron los días más largos. No fue un solo día, fueron cuatro esperando y nada. No nos entregaban el cuerpo”, expresó su madre, Patria Ivelisse Araujo.
Ella relató el dolor de no haber podido confirmar con sus propios ojos que se trataba de su hijo. “Después de que lo traen, solo duraron como diez minutos y se lo llevaron. Yo no vi nada. No se vio ni siquiera el ataúd. No fue fácil”, declaró entre lágrimas.
“Yo tenía dudas, pero los otros hijos míos me dijeron: ‘Mami, sí, ese es. Él está ahí’. Porque no es fácil no ver nada, tú crees que eso es mentira”, añadió Patria, afectada por el vacío que dejó la ausencia de su hijo.
A 30 días del accidente, la familia aún no ha visitado la llamada “zona cero”. Clarimel señaló: “A nosotros no se nos hace fácil ir todos los días y prender un velón. A ustedes sí, los que no perdieron a nadie, pero a nosotros”.
Garber era el segundo de tres hermanos y padre de tres niños. Había sido recientemente ascendido a sargento mayor. Su fotografía fue colocada por la familia en un altar en la entrada de su casa, junto con un arreglo de cumpleaños que aún conservan.
La familia manifestó su intención de buscar justicia. Están tomando acciones legales a través de sus abogados.
“Ellos sabían que eso se iba a caer, pero a ellos les importó más el dinero. Fue mucha negligencia”, afirmó un familiar.