SANTO DOMINGO: Una advertencia ha sido lanzada por miembros del Comité de Salvación de Monte Grande, quienes alertan sobre el potencial riesgo geológico que representa la falla sísmica Enriquillo-Plantain Garden para la estabilidad de la presa de Monte Grande y el sistema hídrico del suroeste del país, especialmente en la Hoya del Lago y el curso del río Yaque del Sur.
David Vólquez Román, gestor social de la Región Enriquillo, y Plutarco Pérez Rocha, ganadero de Duvergé, se manifestaron preocupados por los peligros derivados del historial tectónico de la zona. Destacaron que la presa fue construida en una región afectada por movimientos sísmicos antiguos que originaron fenómenos como el lago Enriquillo, el lago Azuei y la laguna Rincón, formaciones que nacieron de una depresión marina producto de alteraciones en la placa tectónica.
Según explicaron, el sistema hídrico que alimenta los ríos Yaque del Sur y San Juan tiene su origen en la cordillera Central, en zonas como el Pico Duarte, donde también nacen los ríos Yaque del Norte, Yuna y Nizao. Sin embargo, un evento tectónico histórico desvió el curso natural del Yaque del Sur, transformando el drenaje de la región y generando acumulaciones de agua que aún no han sido completamente comprendidas desde una perspectiva sísmica e hidrológica.
“Estamos hablando de una zona que ha vivido cataclismos geológicos. La presa de Monte Grande regula las inundaciones de estos ríos, pero su ubicación en una falla activa debe generar preocupación técnica y gubernamental”, advirtió Vólquez Román.
Durante la participación también se destacó la riqueza mineral de la zona afectada por la falla, señalando que el famoso Larimar, piedra semipreciosa de color azul único en el mundo, se originó hace más de 70 millones de años producto del calor de un volcán que fusionó metales como hierro, magnesio y cobre. Esta piedra es símbolo de identidad nacional y exportación cultural de la República Dominicana.
Los voceros llamaron al gobierno y a los organismos técnicos a prestar atención a la estabilidad estructural de la presa y su relación con el entorno geológico, sugiriendo mayor inversión en estudios de impacto sísmico e hidrológico antes de expandir proyectos que puedan poner en riesgo a las comunidades aguas abajo.