SANTO DOMINGO: La Cámara Minera Petrolera de la República Dominicana (CAMIPE) anunció este jueves el inicio formal de los estudios ambientales del Proyecto Romero, desarrollado por la empresa GoldQuest Mining Corp. en la provincia de San Juan, tras la recepción oficial de los Términos de Referencia (TDR) emitidos por el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales.
El anuncio marca el comienzo de la fase final del proceso de Evaluación de Impacto Ambiental (EIA), requisito esencial para la obtención de la licencia ambiental que autorizaría la puesta en marcha de una operación minera subterránea, en cumplimiento con la normativa nacional y los más altos estándares internacionales.
CAMIPE, entidad que agrupa a más de 42 empresas del sector minero y petrolero, saludó la incorporación de una firma internacional de consultoría ambiental, que trabajará junto a profesionales dominicanos calificados en el desarrollo de la EIA. El gremio destacó que este enfoque garantizará una evaluación basada en criterios de excelencia técnica, sostenibilidad y participación comunitaria.
El Proyecto Romero contempla una operación minera subterránea de última generación, diseñada para la extracción de concentrado de cobre con contenido de oro y plata, mediante procesos de flotación sin uso de químicos contaminantes. La infraestructura incluirá reciclaje de agua, control ambiental estricto, sistemas de seguridad avanzados y conexión directa al Sistema Eléctrico Nacional Interconectado (SENI), con el fin de garantizar su eficiencia energética.
CAMIPE reiteró su compromiso con una minería responsable y sostenible, que contribuya al desarrollo económico y social de las regiones, respetando el medio ambiente, las leyes vigentes y los derechos de las comunidades.
Asimismo, valoró el enfoque participativo de GoldQuest, que ha priorizado el diálogo y la integración comunitaria desde las etapas iniciales del proyecto, reafirmando la importancia de la transparencia y la inclusión en el desarrollo de iniciativas mineras.
Finalmente, el gremio consideró este avance como un hito significativo que reafirma la viabilidad de una minería moderna en la República Dominicana, capaz de generar empleos de calidad, fomentar el encadenamiento productivo local y elevar los estándares de gestión ambiental en el país.