A veces me detengo a mirar cómo era mi relación al inicio y no puedo evitar sonreír… las risas espontáneas, las llamadas a cualquier hora(somos de las relaciones de llamarse por teléfono ) , los abrazos largos sin razón. Con el tiempo, la vida fue cambiando y también lo hicimos nosotros: llegaron nuevas responsabilidades, rutinas más exigentes, menos tiempo para lo que antes parecía tan natural.
Y me pregunté: ¿es esto normal?, ¿se nos está acabando el amor?
La verdad es que sí, las parejas cambian. No somos los mismos de antes, y eso no tiene por qué ser negativo. Pero lo cierto es que, si no somos conscientes, podemos desconectarnos emocionalmente sin siquiera darnos cuenta. Por eso quise escribir este artículo, porque sé que no soy la única que ha sentido esa distancia silenciosa, ese “algo” que falta pero que no siempre sabemos nombrar.
Este es un recordatorio de que el amor también necesita mantenimiento, cuidado y presencia. Y sí, aunque cambie con el tiempo, puede seguir siendo profundo, real y hermoso… si elegimos mantener viva la conexión emocional.
El inicio: la pasión y la novedad
En las primeras etapas de una relación, todo es nuevo, emocionante y fácil. La química, las ganas de compartir tiempo, los detalles espontáneos, las mariposas en el estómago... Todo parece fluir sin esfuerzo. Pero esta etapa, conocida como el enamoramiento, no dura para siempre. Y no es algo malo; simplemente es el inicio de un viaje más profundo.
El tiempo: aliado y enemigo
Con los años, las responsabilidades aumentan: trabajo, hijos, deudas, rutinas… y el tiempo para la pareja se va reduciendo. Sin darnos cuenta, pasamos de ser amantes y cómplices a ser compañeros de logística. Las conversaciones se centran en quién recoge a los niños, en los pagos del mes o en la lista del supermercado.
Esto no significa que el amor se haya ido. Significa que necesita cuidarse, como una planta que no puede vivir solo del agua de la primera lluvia.
¿Cómo evitar perder la conexión emocional?
Aquí algunas claves:
1. Hablar desde el corazón, no desde la rutina
Muchas parejas conversan a diario, pero no hablan de verdad. Recuperar la conexión emocional implica abrir espacios para hablar de lo que sienten, de sus sueños, miedos, alegrías y frustraciones. No solo de lo cotidiano, sino de lo profundo.
2. Cultivar la intimidad más allá del sexo
La intimidad no se limita a lo físico. Abrazar sin razón, mirarse a los ojos, tomarse de la mano, dormir abrazados... son pequeños gestos que fortalecen el vínculo. También ayuda tener citas regulares, incluso si es en casa con una cena sencilla y sin celulares.
3. Recordar quiénes eran al principio
Volver a mirar fotos de los inicios, recordar anécdotas, hablar de por qué se enamoraron… puede reavivar la llama y traer de vuelta la conexión emocional que parece desdibujarse con el tiempo.
4. Crecer juntos, no solo al lado del otro
Las parejas que evolucionan emocionalmente juntas tienen más probabilidades de mantenerse unidas. Esto implica apoyarse mutuamente en sus procesos individuales y también buscar proyectos en común.
5. Pedir ayuda cuando es necesario
A veces, por orgullo o miedo, se evita buscar ayuda profesional. Pero acudir a terapia de pareja no es señal de debilidad, sino de valentía y amor. Aceptar que se necesita guía puede marcar un antes y un después.
El amor que se cuida, crece
El amor de pareja no se pierde por el paso del tiempo; se pierde cuando dejamos de nutrirlo. Cambiar es inevitable, pero desconectarse es una elección. Si se cultiva con intención, si se mira al otro con curiosidad renovada y si se camina con empatía, es posible seguir conectados, incluso después de años.
Porque al final, el verdadero reto no es enamorarse una vez, sino elegir a diario seguir caminando juntos… y con el corazón conectado.
La autora: Dra. Elizabeth Mora, MSc.
Psicoterapeuta especialista en terapia sexual, familiar y de pareja.
Terapeuta cognitivo conductual niñas, niños y adolescentes.
Para citas contactar al teléfono vía Whatsapp: 849-530-0635.
Reside en Barahona.