Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial (IA) y contó con la revisión del editor de El Faro del Sur.
1. Reinicia tu Computadora:
Aunque parezca obvio, reiniciar la computadora cierra todos los programas y procesos que se están ejecutando, liberando memoria RAM y resolviendo posibles conflictos temporales. A veces, esto es suficiente para darle un impulso.
2. Cierra Programas y Pestañas del Navegador Innecesarios:
Cada programa y cada pestaña abierta consume recursos (CPU y RAM). Revisa qué tienes abierto y cierra todo lo que no estés usando activamente. Presta especial atención a los programas que se ejecutan en segundo plano.
3. Verifica el Administrador de Tareas (Windows) o el Monitor de Actividad (macOS):
En Windows: Presiona Ctrl + Shift + Esc para abrir el Administrador de Tareas. Ve a la pestaña "Procesos" y ordena por CPU o Memoria para ver qué programas están consumiendo más recursos. Si encuentras algo que no reconoces o que está consumiendo una cantidad excesiva, puedes intentar finalizar ese proceso (con precaución, no cierres procesos del sistema si no estás seguro).
En macOS: Ve a Aplicaciones > Utilidades > Monitor de Actividad. Aquí puedes ver el uso de CPU, memoria, energía, disco y red.
4. Libera Espacio en el Disco Duro:
Una unidad de disco duro casi llena puede ralentizar significativamente tu computadora.
Elimina archivos innecesarios: Desinstala programas que ya no usas, borra archivos temporales, vacía la papelera de reciclaje.
Usa la herramienta de Limpieza de Disco (Windows): Busca "Limpieza de Disco" en el menú de inicio. Selecciona la unidad (generalmente C:) y elige los tipos de archivos que quieres eliminar (archivos temporales, archivos de programa descargados, etc.).
En macOS: Puedes ir a Menú Apple > Acerca de este Mac > Almacenamiento > Gestionar. Allí encontrarás opciones para optimizar el almacenamiento, como guardar en iCloud, eliminar archivos grandes o programas no utilizados.
5. Desinstala Programas que No Usas:
Los programas instalados, incluso si no se están ejecutando, pueden consumir espacio en disco y, a veces, tener procesos en segundo plano que afectan el rendimiento.
6. Desactiva Programas de Inicio Automático:
Muchas aplicaciones se configuran para iniciarse automáticamente cuando enciendes la computadora, lo que puede hacer que el arranque sea más lento y consuma recursos desde el principio.
En Windows: En el Administrador de Tareas, ve a la pestaña "Inicio". Deshabilita los programas que no necesitas que se inicien automáticamente.
En macOS: Ve a Preferencias del Sistema > Usuarios y Grupos > Ítems de inicio. Elimina de la lista los programas que no quieres que se inicien al encender.
7. Realiza un Análisis de Malware y Virus:
El software malicioso puede consumir muchos recursos del sistema y ralentizar tu computadora. Asegúrate de tener un buen antivirus actualizado y ejecuta un análisis completo.
8. Actualiza tu Sistema Operativo y Controladores:
Las actualizaciones del sistema operativo (Windows Update o actualizaciones de macOS) a menudo incluyen optimizaciones de rendimiento y correcciones de errores.
Los controladores (especialmente los de la tarjeta gráfica) también pueden afectar el rendimiento. Puedes actualizarlos desde el sitio web del fabricante de tu computadora o de los componentes.
9. Considera una Actualización de Hardware (si las opciones anteriores no son suficientes):
SSD (Unidad de Estado Sólido): Si tu computadora aún utiliza un disco duro mecánico (HDD), actualizar a un SSD es la mejora de rendimiento más significativa que puedes hacer. Los SSD son mucho más rápidos para iniciar el sistema, cargar programas y transferir archivos.
Más Memoria RAM: Si tu computadora tiene poca RAM (4GB o menos) y sueles tener muchos programas abiertos o trabajas con archivos grandes, aumentar la memoria RAM puede marcar una gran diferencia.
10. Restaura o Reinstala el Sistema Operativo:
Como último recurso, si nada más funciona, puedes considerar restaurar tu sistema a un punto anterior o realizar una instalación limpia del sistema operativo. Esto eliminará todos los programas y configuraciones, devolviendo la computadora a un estado más cercano al de fábrica, pero también borrará todos tus archivos, así que asegúrate de hacer una copia de seguridad completa antes.