MSc. M.A.
La perimenopausia es una etapa natural en la vida de toda mujer, pero pocas veces se habla de ella desde una mirada emocional y humana. Más allá de los cambios hormonales que acompañan esta transición, existe un proceso profundo de autoconocimiento, ajuste y redescubrimiento personal.
1. ¿Qué es la perimenopausia?
La perimenopausia es el período previo a la menopausia, cuando los niveles hormonales especialmente de estrógenos y progesterona comienzan a fluctuar. Este proceso puede iniciar varios años antes del cese definitivo de la menstruación y puede traer consigo una variedad de síntomas físicos como sofocos, cambios en el sueño o alteraciones en el ciclo menstrual.
Sin embargo, más allá del cuerpo, es en el plano emocional y psicológico donde muchas mujeres sienten el impacto más profundo.
2. El torbellino emocional
Durante la perimenopausia, muchas mujeres experimentan emociones intensas: tristeza, irritabilidad, ansiedad o una sensación de pérdida. Estos cambios no significan debilidad, sino la respuesta natural de un cuerpo y una mente que se están reacomodando a una nueva etapa vital.
Cambios de humor: las fluctuaciones hormonales pueden alterar la serotonina, neurotransmisor asociado con el bienestar.
Sensación de vulnerabilidad: aparecen preguntas sobre la identidad, el propósito y el paso del tiempo.
Pérdida de interés o motivación: la fatiga y los trastornos del sueño influyen directamente en el estado emocional.
Reconocer estas emociones es el primer paso para manejarlas con compasión y sin culpa.
3. Redefinir la relación con una misma
La perimenopausia también puede ser una oportunidad de transformación emocional. Es el momento de mirar hacia adentro, soltar viejas exigencias y reconectar con la propia esencia.
Muchas mujeres descubren en esta etapa una nueva versión de sí mismas: más auténtica, libre y consciente.
Algunas estrategias para acompañar este proceso incluyen:
Practicar la autocompasión, evitando juicios y exigencias innecesarias.
Incorporar rutinas de mindfulness o meditación, que ayudan a equilibrar las emociones.
Buscar espacios de apoyo emocional o terapia, donde sea posible hablar abiertamente de los cambios vividos.
Fortalecer el cuerpo a través del movimiento consciente: yoga, caminatas o danza.
4. El poder de resignificar
La sociedad suele asociar la menopausia con pérdida o envejecimiento, pero en realidad puede ser una etapa de sabiduría y poder interior. Comprender que no se trata de un final, sino del inicio de una nueva fase vital, puede cambiar totalmente la percepción y la vivencia emocional.
La perimenopausia nos invita a redefinir lo femenino, reconectar con el cuerpo desde el amor y abrir espacio a nuevas formas de disfrutar la vida.
Las emociones durante la perimenopausia no son un enemigo a vencer, sino un lenguaje del alma que pide ser escuchado.
Cada lágrima, cada silencio y cada sonrisa son parte de un proceso de renacimiento.
Te abrazo desde entender que pasar por esto no es solo asunto tuyo... tambien me esta pasando y es lo más natural que existe.
