POR ALEJANDRO SANTANA
Para Ecos del Sur.
Con tantos temas, con tanto de que escribir en nuestra región, para dedicarse a hacer suyo un escrito que alguien ya ha publicado es como para llamar a la atención a quien incurre en esa práctica desleal.
El periodismo, demanda honestidad, imparcialidad y objetividad, y más aún al que se dedica al periodismo de opinión; a escribir artículos, realizar investigación y a difundir denuncias sobre situaciones.
En sentido general, el periodista, el que escribe o difunde noticias por cualquier medio debe ser en el estricto sentido de la palabra una persona honesta en quien se pueda confiar.
Un periodista que acostumbre a falsear opiniones, a hacer aparecer como suyos, escritos de otros, es deshonesto y cualquier medio debe apartarlo de su staff , ya que su deshonestidad puede poner en peligro la credibilidad del mismo.
Todo esto viene a colación por un artículo que recientemente un “articulista”, publico por este y otros medios calzado con su firma.
Ese “articulista”, se olvidó que el director y sub director de Ecos del Sur, son dos profesionales, que viven escudriñando en las redes, que viven monitoreando lo que otros publican, ya que como dueño y directivos del medio, tienen el compromiso de ofrecer a los lectores trabajos de calidad.
La mayoría de los trabajos de opinión que en ese medio se publican, son sometidos a exámenes de originalidad, y en esos escarceos, descubrieron que un trabajo ya había sido publicado en otro medio, no local con la firma del autor original.
Que pasó, que al amigo “articulista”, plagiador, le gusto el trabajo, encontró que tenía mucha calidad y lo hizo suyo, sin más ni menos, pero fue descubierto.
No se me ha permitido difundir su nombre, pero los directivos del medio están al asecho por si incurre en el mismo error en otra oportunidad, retirarlo del staff previa publicación del delito y su nombre.
Con tantos temas por difundir sobre la problemática de la Provincia, para que alguien pierda el tiempo plagiando trabajos ajenos que al fin y al cabo, quedará al descubierto la deshonestidad.
En nombre de mis compañeros articulistas, me gustaría llamar la atención a ese “articulista” para que deje esa práctica, so pena de desterrarlo de nuestro entorno y declararlo personas no grata en esta especialidad del periodismo, los artículos de opinión.
Si bien es cierto que las redes han dado mucha apertura a las ideas, también es cierto que son una herramienta para poner al descubierto cualquier deshonestidad, ya le ha pasado a profesionales con las tesis de grado.
En una ocasión se destituyó a dos japoneses, ganadores de premios sobre investigación, cuando las redes demostraron que simplemente ellos fueron plagiadores, se les condeno a la vergüenza pública y se les expulsó de sus respectivas academias; que eso no le pase a usted amigo “articulista”.
Para Ecos del Sur.
Con tantos temas, con tanto de que escribir en nuestra región, para dedicarse a hacer suyo un escrito que alguien ya ha publicado es como para llamar a la atención a quien incurre en esa práctica desleal.
El periodismo, demanda honestidad, imparcialidad y objetividad, y más aún al que se dedica al periodismo de opinión; a escribir artículos, realizar investigación y a difundir denuncias sobre situaciones.
En sentido general, el periodista, el que escribe o difunde noticias por cualquier medio debe ser en el estricto sentido de la palabra una persona honesta en quien se pueda confiar.
Un periodista que acostumbre a falsear opiniones, a hacer aparecer como suyos, escritos de otros, es deshonesto y cualquier medio debe apartarlo de su staff , ya que su deshonestidad puede poner en peligro la credibilidad del mismo.
Todo esto viene a colación por un artículo que recientemente un “articulista”, publico por este y otros medios calzado con su firma.
Ese “articulista”, se olvidó que el director y sub director de Ecos del Sur, son dos profesionales, que viven escudriñando en las redes, que viven monitoreando lo que otros publican, ya que como dueño y directivos del medio, tienen el compromiso de ofrecer a los lectores trabajos de calidad.
La mayoría de los trabajos de opinión que en ese medio se publican, son sometidos a exámenes de originalidad, y en esos escarceos, descubrieron que un trabajo ya había sido publicado en otro medio, no local con la firma del autor original.
Que pasó, que al amigo “articulista”, plagiador, le gusto el trabajo, encontró que tenía mucha calidad y lo hizo suyo, sin más ni menos, pero fue descubierto.
No se me ha permitido difundir su nombre, pero los directivos del medio están al asecho por si incurre en el mismo error en otra oportunidad, retirarlo del staff previa publicación del delito y su nombre.
Con tantos temas por difundir sobre la problemática de la Provincia, para que alguien pierda el tiempo plagiando trabajos ajenos que al fin y al cabo, quedará al descubierto la deshonestidad.
En nombre de mis compañeros articulistas, me gustaría llamar la atención a ese “articulista” para que deje esa práctica, so pena de desterrarlo de nuestro entorno y declararlo personas no grata en esta especialidad del periodismo, los artículos de opinión.
Si bien es cierto que las redes han dado mucha apertura a las ideas, también es cierto que son una herramienta para poner al descubierto cualquier deshonestidad, ya le ha pasado a profesionales con las tesis de grado.
En una ocasión se destituyó a dos japoneses, ganadores de premios sobre investigación, cuando las redes demostraron que simplemente ellos fueron plagiadores, se les condeno a la vergüenza pública y se les expulsó de sus respectivas academias; que eso no le pase a usted amigo “articulista”.