POR BENY PICHARDO
Artículo enviado a Ecos del Sur,
La emigración e inmigración de los seres humanos es un fenómeno universal, y está presente en todas las épocas de la historia, y en todas partes de nuestro planeta, pero eso no le da derecho a intentar llevarse a su país de origen lo que por ley le corresponde a otro país.
República Dominicana, desde su fundación, el 27 de Febrero de 1844, muy rica en recursos minerales, naturales, flora, fauna, playas, y ríos entre otras, por su cuatro puntos cardinales, pero desde su origen, bajo la lupa de gasters extranjeros, y nacionales, para despojar al pueblo dominicano de sus recursos, y todo cuanto le corresponde..
La historia dominicana, registra hechos que jamás se olvidarán en cuanto a inmigrantes de manera formal o informal. Recordemos las primeras llegadas de ciudadanos de la Isla del Encanto, Puerto Rico-
Los mismos solían sacar algunos productos agrícolas, cañas, azúcar, gallos, café, cacao, entre otros, y llevárselo a su tierra natal para fines comerciales, algunos de manera legal, y porque no expresarlo posiblemente algunos tal vez ilegal.
A principios del siglo XX, la industria azucarera produjo bastante riqueza en la isla, y atrajo centenares de italianos, y otros países, a su vez intentaron llevar a su país el azúcar, sal y otros.
Pero tiempos atrás, otras nacionalidades cargaron con todo los recursos que poseían los indios, y ocasionando daños físicos, moral, y toda cuanta fuerzas posibles para desprender a toda una generación de sus pertenencias.
Hoy en dia esas prácticas parecería no finalizar, donde se puede apreciar los escándalos de algunos nacionales extranjeros bajo firmas de empresas pretendiendo llevarse todo cuanto representa un valor económico en complicidades con autoridades, y personajes que se prestan, y venden los recursos naturales de nuestro bello país mediante firmados irresponsables.
República Dominicana, lo tiene todo, pero muy mal administrada, en cuanto a las distribución de sus bienes, y servicios.
Gestiones, que muchas veces solo benefician a un sector, controlando, y engañando para que los puntos potenciales en beldades turísticas en realidad, nunca se desarrollen.
Son los de afueras, los de lejos, quienes en realidad, a veces saben apreciar el verdadero valor de todo cuanto existe en Quisqueya la bella.
Por tal razón, codiciosos nacionales, y extranjeros, sin perder tiempo , se les ocurre de inmediato querer llevarse fuera del país algunas cosas apreciadas, y con mucho valor económico en el territorio dominicano, para luego volver a re-venderlas al estado dominicano extremadamente caras.
En el país existen minas de níquel, bauxita, oro ámbar, plata. También se explota el larimar, una pectolita de color azul que se encuentra sólo en la República Dominicana, y que se utiliza en joyería, varios valiosos depósitos de níquel, oro y plata.
Hay que tomar acciones fuertes, y frenar por todos los medios, e impedir que todo aquello que le pertenece a la República Dominicana, en recursos naturales, sea robado, saqueado por cuellos blancos u ojos azules del país.
"En honor a la verdad, todo aquel que visita la República Dominicana, "ALGO" se quiere llevar".
Artículo enviado a Ecos del Sur,
La emigración e inmigración de los seres humanos es un fenómeno universal, y está presente en todas las épocas de la historia, y en todas partes de nuestro planeta, pero eso no le da derecho a intentar llevarse a su país de origen lo que por ley le corresponde a otro país.
República Dominicana, desde su fundación, el 27 de Febrero de 1844, muy rica en recursos minerales, naturales, flora, fauna, playas, y ríos entre otras, por su cuatro puntos cardinales, pero desde su origen, bajo la lupa de gasters extranjeros, y nacionales, para despojar al pueblo dominicano de sus recursos, y todo cuanto le corresponde..
La historia dominicana, registra hechos que jamás se olvidarán en cuanto a inmigrantes de manera formal o informal. Recordemos las primeras llegadas de ciudadanos de la Isla del Encanto, Puerto Rico-
Los mismos solían sacar algunos productos agrícolas, cañas, azúcar, gallos, café, cacao, entre otros, y llevárselo a su tierra natal para fines comerciales, algunos de manera legal, y porque no expresarlo posiblemente algunos tal vez ilegal.
A principios del siglo XX, la industria azucarera produjo bastante riqueza en la isla, y atrajo centenares de italianos, y otros países, a su vez intentaron llevar a su país el azúcar, sal y otros.
Pero tiempos atrás, otras nacionalidades cargaron con todo los recursos que poseían los indios, y ocasionando daños físicos, moral, y toda cuanta fuerzas posibles para desprender a toda una generación de sus pertenencias.
Hoy en dia esas prácticas parecería no finalizar, donde se puede apreciar los escándalos de algunos nacionales extranjeros bajo firmas de empresas pretendiendo llevarse todo cuanto representa un valor económico en complicidades con autoridades, y personajes que se prestan, y venden los recursos naturales de nuestro bello país mediante firmados irresponsables.
República Dominicana, lo tiene todo, pero muy mal administrada, en cuanto a las distribución de sus bienes, y servicios.
Gestiones, que muchas veces solo benefician a un sector, controlando, y engañando para que los puntos potenciales en beldades turísticas en realidad, nunca se desarrollen.
Son los de afueras, los de lejos, quienes en realidad, a veces saben apreciar el verdadero valor de todo cuanto existe en Quisqueya la bella.
Por tal razón, codiciosos nacionales, y extranjeros, sin perder tiempo , se les ocurre de inmediato querer llevarse fuera del país algunas cosas apreciadas, y con mucho valor económico en el territorio dominicano, para luego volver a re-venderlas al estado dominicano extremadamente caras.
En el país existen minas de níquel, bauxita, oro ámbar, plata. También se explota el larimar, una pectolita de color azul que se encuentra sólo en la República Dominicana, y que se utiliza en joyería, varios valiosos depósitos de níquel, oro y plata.
Hay que tomar acciones fuertes, y frenar por todos los medios, e impedir que todo aquello que le pertenece a la República Dominicana, en recursos naturales, sea robado, saqueado por cuellos blancos u ojos azules del país.
"En honor a la verdad, todo aquel que visita la República Dominicana, "ALGO" se quiere llevar".