POR JOSE ALCANTARA
Para Ecos del Sur
Para abril de 1970, la Republica Dominicana vivía momentos de tensión y represión de parte de las fuerzas del régimen dictatorial, del abogado Joaquín Videla Balaguer Ricardo, un hombre sin escrúpulos que solo entendía que oprimiendo al pueblo podría perpetuarse en el gobierno. Sus ansias de poder y de adulaciones lo hacían ser el hombre más perverso que alguna vez pudo haber parido nuestro terruño.
Eran tantas sus ganas por mantenerse dirigiendo el estado, que en las represiones que ordenaba, no le importaba si asesinaban a ancianos mujeres o niños. El asunto más importante para él y sus personeros eran mantener la situación tal cual ellos lo entendían, como quiera que sea, de cualquier forma y manera. Los asesinatos, el encarcelamiento y el exilio de sus opositores eran su mayor prioridad para silenciar por siempre a los que les adversaban a su régimen.
En Barahona sus más destacados colaboradores hacían todo los esfuerzos posibles para ubicar a los militantes revolucionarios que de manera íntegra luchaban desde todos los partidos de la izquierda revolucionaria, para sacar del poder al régimen entreguista y pro imperialista de Balaguer.
El Mes de abril, era la antesala del mes de mayo, donde el día dieciséis, optaría por la primera reelección a la que aspiro ese energúmeno y tiránico, y no escatimaron ningún esfuerzo para comprar voluntades, regalar comida, vivienda, pero sobre todo reprimir, encarcelar y asesinar a mansalva a los opositores a su maldito propósito de perpetuarse en el poder, que como todos sabemos trajo al país hambre miseria, represión.
Con gallardía titánica, el movimiento popular dominicano (MPD), organización revolucionaria que desafío de frente a las fuerzas represivas de ese régimen corrupto, le hizo un llamado a todos y todas sus militantes, para que en cada rincón del país, ya sea en las ciudades, los campos, en las escuelas, liceos, universidades y cuarteles, se movilizaran en contra de la primera reelección del tirano y déspota de Balaguer.
Salieron a las calles hombres, mujeres y muchachos en edad de participar en las movilizaciones de masas que se daban en los centros de educación media y básica, dirigidos por los dirigentes de los grupos estudiantiles de la época, encabezados por Juan pablo Pelayo Feliz, Leo Mercedes, Melton Pineda, Freddy Feliz (la tabla), Gustavo Peña (CHALUPA), Kika Andino, Freddy (Rubio) Galarza, entre otros, y con ellos nosotros, la masa estudiantil siguiendo a sus líderes, haciendo el mayor de los esfuerzos para sacar al maldito Balaguer del gobierno corrupto que encabezaba.
Junto al MPD, pero desde otro ángulo, estaba con menos esfuerzo, la Línea Roja del 14 de junio, desprendimiento del 14 de junio de Manolo Tavares justo, el Partido Comunista Dominicano entre otras agrupaciones de izquierda, que a su manera luchaban por tumbar al gobierno, pero con el menor esfuerzo posible, contrario al MPD, marxista leninista, que sus militantes no dormían buscando formulas y formas de cómo arrancarle al pueblo dominicano, un régimen tan oprobioso y brutal.
En Barahona estaba dirigiendo al partido emepedeista por su comité regional sur “José Stalin”, integrado entre otros por Cesar Vallejo (Alexis), Ángel Darío Alcántara (Conejo), Yaque Guzman Samboy ( Niño el encebao), Raymundo de la Rosa (Mundito San Juan) , el Sargento de la marina de guerra Fremio Euclides Díaz Sanz ( el guardia, para cubrir su identidad), Peluñe Vásquez, entre otros valiosísimos revolucionarios.
Para esa época, en la comandancia de puerto de la Marina de Guerra Dominicana de Barahona, había muchos materiales bélicos, las fuerzas represivas de Balaguer se habían apertrechado de un gran parque militar para reprimir y asesinar a sus opositores. El MPD, con uno de sus miembros en ese cuerpo militar, le ordeno que sacara la mayor cantidad posible de explosivo del tipo C4, que fue utilizado en la fabricación de poderosas bombas que en las movilizaciones estudiantiles y del pueblo, les lanzaban a las fuerzas represivas con importantes resultados.
Diaz Sanz (El Guardia), además de los poderosos explosivos, entregaba diferentes calibres de balas, principalmente de las 45, Carabina Cristobal y fusiles fal, armas utilizadas para el fusilamiento de los chivatos que habían en Barahona, según sus propias expresiones.
Pasadas las elecciones del 16 de mayo y reelecto Balaguer, el compañero revolucionario de la marina de guerra Díaz Sanz, comunica a la dirección del MPD, que están investigando en la comandancia de puerto la desaparición de algunos pertrechos militares, comunico además, que no se preocuparan por que el no es sospechoso. “no se preocupen camarada, yo no soy sospechoso, han detenidos a algunos miembros de la fuerza naval, pero yo no estoy en esa lista”, termino diciendo.
Para ese período en el sector del barrio de la Playa de Barahona, el Movimiento Popular Dominicano, tenía una célula de militantes, que entre otros integraban, alias Chamaco, Alias el pinto, Alias Samira, compañera muy valiosa en ese tiempo, entre otros. No sabía ese partido de izquierda que los alias el Pinto y Chamaco eran chivatos, agentes encubiertos de la policía represiva del régimen de Balaguer.
Se le encomendó a los dos chivatos, según supo el MPD después, ubicar a la persona o personas que confiscaba y entregaba a la aguerrida agrupación de izquierda, los pertrechos militares que habían sacado de la comandancia de puertos y que se utilizan en todas movilizaciones estudiantiles de la provincia de Barahona. Su búsqueda no tardo mucho en obtener resultados. Algo insólito e infantil sucedió. El 18 de mayo, tres días después de la reelección, caminando por la avenida Enriquillo de Barahona, por un liberalismo pequeño burgués, un compañero, encargado de los contactos con el Guardia revolucionario, le saluda con mucha efusividad delante del alias el pinto, algo que se le tenía prohibido, debido a que por seguridad solo se veían en sitios seguros y de madrugada.
El alias el Pinto, pregunto que si conocía a ese, guardia marina, el camarada le respondió que era un viejo amigo, “claro que si lo conozco, es un viejo amigo, que en algunas ocasiones jugamos dominós juntos”, no pregunto mas nada. Este calie sospecho del compañero Euclides y lo delato.
La información la llevo alias el Pinto al servicio secreto de la policía represiva e inmediatamente el compañero Díaz Sanz fue detenido en sus oficinas de la Marina de guerra Dominicana. La plaza policial de Barahona la dirigía en ese entonces uno de los asesinos más grande que tenido la historia de la policía nacional Dominicana, el coronel Paulino Reyes de León, el mismo que habías ordenado el asesinato de cuatro persona en playa azul de Barahona. El mismo día que lo detuvieron, un 25 de mayo de 1970, de acuerdo a informaciones suministradas por otro de los compañeros revolucionario, pero este de la policía nacional, el alias el Guardia como le decíamos a Euclides, fue sometido a la más salvaje de las torturas.
Eran tantas sus ganas por mantenerse dirigiendo el estado, que en las represiones que ordenaba, no le importaba si asesinaban a ancianos mujeres o niños. El asunto más importante para él y sus personeros eran mantener la situación tal cual ellos lo entendían, como quiera que sea, de cualquier forma y manera. Los asesinatos, el encarcelamiento y el exilio de sus opositores eran su mayor prioridad para silenciar por siempre a los que les adversaban a su régimen.
En Barahona sus más destacados colaboradores hacían todo los esfuerzos posibles para ubicar a los militantes revolucionarios que de manera íntegra luchaban desde todos los partidos de la izquierda revolucionaria, para sacar del poder al régimen entreguista y pro imperialista de Balaguer.
El Mes de abril, era la antesala del mes de mayo, donde el día dieciséis, optaría por la primera reelección a la que aspiro ese energúmeno y tiránico, y no escatimaron ningún esfuerzo para comprar voluntades, regalar comida, vivienda, pero sobre todo reprimir, encarcelar y asesinar a mansalva a los opositores a su maldito propósito de perpetuarse en el poder, que como todos sabemos trajo al país hambre miseria, represión.
Con gallardía titánica, el movimiento popular dominicano (MPD), organización revolucionaria que desafío de frente a las fuerzas represivas de ese régimen corrupto, le hizo un llamado a todos y todas sus militantes, para que en cada rincón del país, ya sea en las ciudades, los campos, en las escuelas, liceos, universidades y cuarteles, se movilizaran en contra de la primera reelección del tirano y déspota de Balaguer.
Salieron a las calles hombres, mujeres y muchachos en edad de participar en las movilizaciones de masas que se daban en los centros de educación media y básica, dirigidos por los dirigentes de los grupos estudiantiles de la época, encabezados por Juan pablo Pelayo Feliz, Leo Mercedes, Melton Pineda, Freddy Feliz (la tabla), Gustavo Peña (CHALUPA), Kika Andino, Freddy (Rubio) Galarza, entre otros, y con ellos nosotros, la masa estudiantil siguiendo a sus líderes, haciendo el mayor de los esfuerzos para sacar al maldito Balaguer del gobierno corrupto que encabezaba.
Junto al MPD, pero desde otro ángulo, estaba con menos esfuerzo, la Línea Roja del 14 de junio, desprendimiento del 14 de junio de Manolo Tavares justo, el Partido Comunista Dominicano entre otras agrupaciones de izquierda, que a su manera luchaban por tumbar al gobierno, pero con el menor esfuerzo posible, contrario al MPD, marxista leninista, que sus militantes no dormían buscando formulas y formas de cómo arrancarle al pueblo dominicano, un régimen tan oprobioso y brutal.
En Barahona estaba dirigiendo al partido emepedeista por su comité regional sur “José Stalin”, integrado entre otros por Cesar Vallejo (Alexis), Ángel Darío Alcántara (Conejo), Yaque Guzman Samboy ( Niño el encebao), Raymundo de la Rosa (Mundito San Juan) , el Sargento de la marina de guerra Fremio Euclides Díaz Sanz ( el guardia, para cubrir su identidad), Peluñe Vásquez, entre otros valiosísimos revolucionarios.
Para esa época, en la comandancia de puerto de la Marina de Guerra Dominicana de Barahona, había muchos materiales bélicos, las fuerzas represivas de Balaguer se habían apertrechado de un gran parque militar para reprimir y asesinar a sus opositores. El MPD, con uno de sus miembros en ese cuerpo militar, le ordeno que sacara la mayor cantidad posible de explosivo del tipo C4, que fue utilizado en la fabricación de poderosas bombas que en las movilizaciones estudiantiles y del pueblo, les lanzaban a las fuerzas represivas con importantes resultados.
Diaz Sanz (El Guardia), además de los poderosos explosivos, entregaba diferentes calibres de balas, principalmente de las 45, Carabina Cristobal y fusiles fal, armas utilizadas para el fusilamiento de los chivatos que habían en Barahona, según sus propias expresiones.
Pasadas las elecciones del 16 de mayo y reelecto Balaguer, el compañero revolucionario de la marina de guerra Díaz Sanz, comunica a la dirección del MPD, que están investigando en la comandancia de puerto la desaparición de algunos pertrechos militares, comunico además, que no se preocuparan por que el no es sospechoso. “no se preocupen camarada, yo no soy sospechoso, han detenidos a algunos miembros de la fuerza naval, pero yo no estoy en esa lista”, termino diciendo.
Para ese período en el sector del barrio de la Playa de Barahona, el Movimiento Popular Dominicano, tenía una célula de militantes, que entre otros integraban, alias Chamaco, Alias el pinto, Alias Samira, compañera muy valiosa en ese tiempo, entre otros. No sabía ese partido de izquierda que los alias el Pinto y Chamaco eran chivatos, agentes encubiertos de la policía represiva del régimen de Balaguer.
Se le encomendó a los dos chivatos, según supo el MPD después, ubicar a la persona o personas que confiscaba y entregaba a la aguerrida agrupación de izquierda, los pertrechos militares que habían sacado de la comandancia de puertos y que se utilizan en todas movilizaciones estudiantiles de la provincia de Barahona. Su búsqueda no tardo mucho en obtener resultados. Algo insólito e infantil sucedió. El 18 de mayo, tres días después de la reelección, caminando por la avenida Enriquillo de Barahona, por un liberalismo pequeño burgués, un compañero, encargado de los contactos con el Guardia revolucionario, le saluda con mucha efusividad delante del alias el pinto, algo que se le tenía prohibido, debido a que por seguridad solo se veían en sitios seguros y de madrugada.
El alias el Pinto, pregunto que si conocía a ese, guardia marina, el camarada le respondió que era un viejo amigo, “claro que si lo conozco, es un viejo amigo, que en algunas ocasiones jugamos dominós juntos”, no pregunto mas nada. Este calie sospecho del compañero Euclides y lo delato.
La información la llevo alias el Pinto al servicio secreto de la policía represiva e inmediatamente el compañero Díaz Sanz fue detenido en sus oficinas de la Marina de guerra Dominicana. La plaza policial de Barahona la dirigía en ese entonces uno de los asesinos más grande que tenido la historia de la policía nacional Dominicana, el coronel Paulino Reyes de León, el mismo que habías ordenado el asesinato de cuatro persona en playa azul de Barahona. El mismo día que lo detuvieron, un 25 de mayo de 1970, de acuerdo a informaciones suministradas por otro de los compañeros revolucionario, pero este de la policía nacional, el alias el Guardia como le decíamos a Euclides, fue sometido a la más salvaje de las torturas.
Fue colgado por los pies, y le golpeaban con diferentes tipos de palos y chuchos de alambres sin sacarle una sola confección. Cuenta el compañero policía, que al registrar su armario en el cuartel de la marina, le encontraron parte del explosivo del tipo C4 que todavía no había entregado al MPD y que al preguntarle sus interrogadores que tipo de actividad iba a realizar con tantos explosivos y balas de diversos calibres, Euclides les respondió sin inmutarse: “Eran para volar a Balaguer y su comitiva en su próxima visita a Barahona”. Y siguió diciendo,” el pueblo dominicano no se merece tan mala suerte”.
Lo bajaron de de donde lo tenían enganchado y su cabeza fue introducida en un tanque de agua, de donde solo le sacaban la cabeza, cuando creían que se había ahogado. Mojado le daban piquetes eléctricos, pero nada lo doblego. Finalmente lo dejaron amarrado después de haberles dado esa repuesta tan contundente y no haber entregado a ninguno de sus compañeros. Pese a la tortura recibida no lograron que el hablara. Lo estuvieron escondido de sus familiares por unos treinta días, cuando mejoro de sus heridas, fue llevado a la capital Dominicana, donde lo encerraron en calidad de detenido por traición a la patria en la Fortaleza Ozama, donde funcionaba el Estado Mayor de la Marina y en espera de un consejo de guerra militar, que de seguro lo condenaría a muerte.
Al saber de su lugar de encarcelamiento, el MPD, organizo su rescate y un comando de sus compañeros militares entro en acción, poniéndolo en libertad y enviándolo fuera del país.
Ese camarada fue un gran ejemplo para todos nosotros, Barahona lo recuerda siempre. Y yo Euclides, siempre te recordare, eres un ejemplo revolucionario. Gracia por formar parte de los maestros que me educaron.