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lunes, 10 de junio de 2013

OPINION: El fusilamiento de Portino en el 1969, víspera de Noche Buena.

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POR JOSE ALCANTARA
Para Ecos del Sur

A pesar de la propaganda balaguerista, el país estaba sufriendo de miseria y represión debido a la carestía de los productos de primera necesidad y los organismos de seguridad del estado tenían a la nación prácticamente sitiado (en estado de sitio), donde toda persona que no comulgara con el régimen era constantemente vigilado por los chivatos, calieses e informantes de la época, quienes participaban de manera muy activa en la ubicación de los jóvenes rebeldes de ese tiempo para que estos fueran apresados y encarcelados sin justificación, asesinados por sus ideas o enviados al exilio por su condición de ser militantes revolucionario.

En toda la región y fundamentalmente en Barahona, los órganos represivos del régimen de Balaguer decidieron ubicar a todos los dirigentes del MPD debido a que sus militantes estaban decididos a “tumbar el gobierno”. Al régimen terrorista no le importaba si eran obreros, campesinos, estudiantes, amas de casa, etc., el objetivo era  sacarlos de circulación para que no siguieran conspirando.  Para lograr ese propósito, enviaron a comandar la regional de la policía al Coronel Paulino Reyes de León, quien venía con fama de ser el más despiadado criminal de ese órgano de seguridad y represión. Barahona estaba catalogado como uno de los pueblos más revolucionarios y anti balaguerista

 Este coronel ha sido el más inhumano y perverso criminal que ha pisado la región Enriquillo en toda su historia. Tan pronto llego a este pueblo, se reunió con todos los chivatos en su oficina y le ordeno: “Quiero saber donde vive cada uno de los comunista de este pueblo, quienes son sus familias, es decir, mujeres, hijos, mamas, papas, abuelos, quiero saber todo de esos desgraciado”. Los chivatos, calies o informantes salieron de allí a realizar su tarea: ubicar a todos los que les olían a “comunista” en esta provincia para entregárselo a la policía. 

Toda persona que apresaban en Barahona y llevada al cuartel policial, era torturado por el mismo coronel Paulino Reyes de León, quien había estudiado en el año 1967 “el Lenguaje de la tortura”, es decir: El dolor preciso, en el lugar preciso, en la cantidad precisa, para el efecto deseado" con el agente Norteamericano Daniel Anthony Mitrione (1920 - 1970) quien era un oficial de policía americano nacido en Italia, agente del FBI y asesor de seguridad del Gobierno de los Estados Unidos en América Latina como agente de la CIA.  Fusilado por la organización de izquierda Tupamaro en Uruguay el 10 de agosto de 1970.

Uno de lo más destacado chivato de esa época  era el señor Porfirio Terrero (Alias Portino), de oficio Carnicero (tablajero), quien se hizo un líder dentro del grupo de calieses que habían en Barahona. Se destaco porque era bastante agresivo buscando informaciones y ubicando personas para sindicarla como comunista, sin importar el daño permanente que provocaba su acción criminal. Por esa razón el Movimiento Popular Dominicano puso su atención hacia él y  comenzó a seguirlo con precaución, sabiendo que El chivato alias Portino era una persona esquiva y peligrosa. Ya el MPD había aprobado la tesis político-militar de muerte a  los chivatos en el congreso revolucionario “Hilda Grautereux".

El dirigente de los Comandos Revolucionarios Clandestinos (CRC), Ángel Darío Alcántara (Alias  el Conejo), ordeno que a Portino se le vigilara desde que se levantara hasta que se acostara. Para esa labor de vigilancia se escogió a uno de su compañero comunista con el alias  Juan de Dios, albañil y vecino del calie, que vivía en la calle María Montés, después de la Calle San Martin  de Porres, cerca de la cabeza del Rio Biran, casa sin numero para la época. En su primer informe, Juan de Dios dijo: “hoy lunes día 1ro. de diciembre del año 1969, salió el chivato de su casa a las 6 de la mañana, y se dirigió al matadero (lugar de sacrificio de animales) en una bicicleta, luego a las 10 de la mañana fue al mercado municipal, y de ahí recorrió todo el sector de la Playa hasta las dos de la tarde y fue a  casa de su familia en Villa Estela, por la calle trinitaria. De ahí a las 10 de la noche lo busco un vehículo de la Policía Nacional donde se monto y de nuevo en el sector  la playa señalo algunas casas”.
Desde el martes dos hasta el domingo 7 de ese mes, la vigilancia se llevo a efecto con mayor profesionalismo, y para eso se utilizo al cabo de la PN, alias Pedro, quien siempre salía de patrullas con  Portino. Este informo que los nombres y las direcciones de la mayoría de los que habían estado en la revolución de abril la tenía en sus manos el asesino coronel de la Policía Paulino Reyes de León y que la misma se la había entregado el chivato Portino. Alertado el MPD, le comunico a la dirección central lo peligroso que era que ese calie “siguiera accionando en este pueblo”. se ordeno darle de baja.

La vigilancia continuo, y todas las madrugadas la policía dominicana realizaba allanamiento sin orden judicial y esas operaciones las dirigías el famoso informante. La cárcel policial de Barahona se convirtió en un centro de tortura. Uno de esos torturados donde se experimento el salvajismo más grande, fue con el dirigente del MPD, conocido como Frank el Corto, a quien después de machacarlo a golpes de palos, le clavaron más de 100 grapas en su cuerpo con una grapadora industrial, pero este  no se doblego. Dijo que el dolor era insoportable, pero su convicción de revolucionario era su moral.  

El domingo 14 de diciembre del 1969, todo estaba listo, el alias Conejo dio la orden: “querido camaradas, hoy es un día importante para Barahona,  portino dejara de hacerle daño a la juventud, por lo que el comité Regional Sur “José Stalin” ordena que le den pa bajo”. Arengo a los CRC, le dijo: “el compromiso que tenemos con el pueblo nos hace realizar este tipo de acción para nada agradable, pero justa y necesaria, esa tarea no es personal, sino política”, y le entrego las armas en los solares de Fellito, cerca de la cabeza del Rio Biran, donde hoy está la escuela de la monja o La Altagracia a los alias Felipe, Mingo y Camilo.

 Nada se cuestiona y nada se dice, escondidos allí, esperan la noche, y luego se dirigen al lugar acordado, en la calle María Montes esquina San Martin de Porres por donde debe pasar el informante hacia su casa. Son las 10:30 de la Noche, Portino es observado desde lejos cuando se acerca al lugar, la tensión en los revolucionarios sube, manipulan las armas y están preparados. De repente aparece un vehículo policial, le da alcance a Portino, conversan, este se monta en la camioneta y se marchan por rumbo desconocido. Se ordena la retirada y los revolucionarios se marchan si haber realizado el trabajo.

 Deciden averiguar si a la policía alguien le había informado de lo que se trataba de hacer. El policía revolucionario les dice que no hubo informe de nada,  que todo lo sucedido fue pura casualidad. El MPD ordena de todas formas dejar pasar unos días. El lunes 22 de diciembre, ponen a vigilar a Portino a la compañera alias Luisa, una morena hermosa, de bonito cuerpo. Los CRC están preparados, el informe de la camarada que lo vigila es contundente dice el Conejo. El martes día 23 del año 1969, sale Portino de donde su familia, en el barrio de Villa Estela, por las calles Trinitaria y Donantes, llega hasta la calle Duarte se dirige tranquilo al Cine-Teatro Bahoruco. Son las 7 de la noche. Detrás va tranquila pero alerta Luisa, la dirigente del MPD que lo vigila. Entra el Chivato al Cine y se sienta solo. Luisa compra su boleta y también pasa a la sala de cine y toma asiento entre el público y lo vigila.

Son las 10:30 de la noche, es víspera de noche buena, termina la película y todos salen, Portino sigue la calle Duarte y Luisa cree que ha cambiado la ruta para ir a su casa y lo sigue. Con una seña le dice  su compañero que está parado en la calle María Montes que espere. El chivato entra a la fábrica de hielo frente al Parque de los Suero y compra un bloque pequeño que le ponen en una bolsa (funda) plástica y se devuelve y toma la ruta original hacia su casa.
Luisa levanta la mano izquierda y es la señal para que su camarada que está en la esquina salga tranquilo hacia la cabeza del Rio Biran por la María Montes, llega rápido a la calle San Martin de Porres entrega su informe y se marcha, ya Luisa había hecho lo mismo, se había marchado por la calle Mella. Los CRC, tres hombres armados con fusil y pistolas,  ahora encabezado por su dirigente Ángel Darío Alcántara (conejo) y los alias Camilo y Mingo, esperan pacientes la llegada del chivato a ese lugar. El Calie viene cantando y silbando, es un hombre que el pueblo le tiene miedo por su historial criminal.
 
La noche esta clara, con una  luna    llena   hermosa.     Y  se rompe el silencio ¡¡¡ Alto, no se mueve!!!, Se oye una voz fuerte.  Portino se detiene y le dice a los revolucionarios: “no relajen, no jueguen de esa forma, miren el susto que me ha dado, ustedes los policías le gustan asustar”. Tan pronto termino sus palabras le aclaran: “no somos policías, somos los comandos revolucionarios clandestinos del MPD”. Al oír estas palabras que deben haber resonado en sus oídos como maldición divina, al chivato se le cayó el hielo de la mano y comenzó a temblar y a seguida le comunicaron el objetivo del CRC: “usted será fusilado en este momento por el daño irreparable que le a causado a la juventud dominicana, enviando a muchos a la cárcel para que sean torturados y a otras a la muerte”. Pidió perdón, que no lo mataran, que no lo haría más, que estaba arrepentido.

 Inmediatamente más de 25 disparos se oyeron en todo el sector, el cuerpo de Portino se desplomo en la calle de tierra llamada “tierrita blanca”, ejecutado por  los revolucionarios, quienes se marcharon apresurados hacia el sector pueblo nuevo donde guardaron las armas en los terrenos de Fellito y se dispersaron hacia sus lugares de origen sin ningún tipo de novedad. Al otro día la represión policial fue más severa y violenta. El coronel asesino Paulino Reyes de León reacciono enviando sus agentes a reprimir al pueblo sin importarle su estatus económico y el MPD siguió con sus tareas de construir un partido fuerte para la toma del poder político y militar y ubicando mas chivatos para darles de baja.