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jueves, 1 de mayo de 2014

OPINION: Yo soy yo y mi circunstancia...!

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POR SANTO SALVADOR CUEVAS 
Para ECOS DEL SUR.

Al iniciar la Guerra Civil en España, Julio 1936, los comunistas españoles se la jugaban en primera fila del combate, por ello tres días después de iniciada la contienda bélica, éstos deciden redactar un Manifiesto contra el Golpe de Estado, y se presentan así a la residencia de aquél filosofo de fama universal, don José Ortega y Gasset, propósito, su firma al pie del manifiesto en rechazo a la afrenta del golpe fascista; pero desde su lugar en la cama, postrado y enfermo, el filósofo Ortega y Gasset, toma el extenso documento, lo revisa, lee y se lo retorna a los comunistas negándose a firmarlo.

Lo que vino después fue un fuerte enfrentamiento verbal entre los comunistas de la resistencia y el filósofo, más con la habilidad con que la hija manejó esta diferencia, se logró que el documento, sin perder su esencia, sea simplificado y al final firmado por Ortega y Gasset; ya más tarde, con la ayuda de su hermano, don Ortega y Gaset logra exiliarse, pero desde entonces fue sometido a las más despiadadas de las criticas y cuestionamientos al negarse a la firma de aquél documento histórico y de resolución patriótica y valiente de los comunistas en la resistencia contra el gobierno fascista del general Francisco Franco.

Es en esa coyuntura cuando surge toda una valoración teorico-filosofico de Ortega y Gasset, y en donde aparece la frase ya universal de que "Yo soy yo y mi circunstancia", y en donde acuña aquellas frases famosas también de don Miguel de Unamuno: "Que inventen ellos" y "Si no la salvo a ella, no me salvo yo".
 
Sigamos leyendo:

"Con la frase «Yo soy yo y mi circunstancia y si no la salvo a ella no me salvo yo», aparecida en Meditaciones del Quijote, Ortega insiste en lo que está en torno al hombre, todo lo que le rodea, no sólo lo inmediato, sino lo remoto; no sólo lo físico, sino lo histórico, lo espiritual. El hombre, según Ortega, es el problema de la vida, y entiende por vida algo concreto, incomparable, único: «la vida es lo individual»; es decir, yo en el mundo; y ese mundo no es propiamente una cosa o una suma de ellas, sino un escenario, porque la vida es tragedia o drama, algo que el hombre hace y le pasa con las cosas. Vivir es tratar con el mundo, dirigirse a él, actuar en él, ocuparse de él. En otros términos, la realidad circundante «forma la otra mitad de mi persona». Y la reimpresión de lo circundante es el destino radical y concreto de la persona humana."

Es decir, el hombre o mujer, en su paso por la vida y desde el momento en que entra al campo de lo razonable, empieza a ser moldeado por el mundo circundante y galvanizado por lo que Lenín llamó la praxis social; por tanto, en tu paso por la vida tu eres lo que eres, y jamás lo que el otro pretenda y pinte de ti; no somos lo que el otro quiera, desee, interprete de la segunda persona.
E, incluso, lo que he llegado a ser no depende de mi voluntad particular, sino de lo que fui haciendo de mí en un proceso dialectico y practico o de praxis social, que está ahí y que no puede ser desvirtuado por visiones sectarias, egoístas, insensatas y odiosas de la particularidad, que siempre actúa en defensa de sus ambiciones y aspiraciones particulares.

Lo que se le vino encima a don José Ortega y Gasset, desde el momento mismo en que se resistiera a firmar el manifiesto comunista contra el Golpe de Estado Fascista, no fue fácil, y dichoso él que no fue pasado por las armas al instante; no por que falte piedad a los hombres de la resistencia española que demandaban la firma del filósofo, sino que el momento no estaba para galleticas, se vivia en España una situación de mucha tensión, de guerra civil, en donde las posiciones arbitrarias se pagaban con la vida o la pena máxima, tanto en un bando como en el otro.

De lo que se trata entonces, es de establecer que no se deje atrapar por aquellos que, muchas veces de manera injusta, pretenciosas en otros casos, o interesada en hacer daño y destruir imagen, se presenten a la tribuna a denigrar y pintar un panorama que ni es el tuyo, ni es la realidad de tu comunidad.

Le invitamos pues, a la lectura de ese gran arquitecto de la filosofía universal, don José Ortega y Gasset, para que juntos podamos entender la frase lapidaria:
"Yo soy yo y mi circunstancia" y "Que inventen ellos".