POR ÁGUEDA RAMÍREZ DE RODRÍGUEZ,
para Ecos del Sur.
Su llegada a esta ciudad de Barahona se produjo en 1902 de la mano de su hermano Manuel Toral hijo, comerciante.
Nacido en Santander, España, el 26 de octubre de 1889, fueron sus padres Don Manuel Toral y Doña Juana Blanco, ambos españoles. Con Doña Josefa Antonia Cavallo, procreó una familia de siete hijos.
Ya adulto y tras largas jornadas de trabajo, construyó el edificio Toral en 1924, en una de las esquinas formadas por las calles Jaime Mota y Padre Billini, donde instaló una tienda mixta, la cual luego se convirtió en la Ferretería Toral. Hoy funciona allí un banco comercial.
Junto con las labores del procesamiento del café que la familia cultivaba en fincas de su propiedad y con la crianza de ganado, producía además con fines comerciales leche y sus derivados, constituyéndose así en lo que fue la reconocida “Casa Toral”.
El señor Benjamín Toral se distinguió por ser muy laborioso. Dedicado al trabajo y a su familia, “nunca durmió siesta”, declaraba su hija, Doña Esther Toral viuda Matos. Como participación social, fue miembro del Casino del Sur.
Su llegada a esta ciudad de Barahona se produjo en 1902 de la mano de su hermano Manuel Toral hijo, comerciante.
Nacido en Santander, España, el 26 de octubre de 1889, fueron sus padres Don Manuel Toral y Doña Juana Blanco, ambos españoles. Con Doña Josefa Antonia Cavallo, procreó una familia de siete hijos.
Ya adulto y tras largas jornadas de trabajo, construyó el edificio Toral en 1924, en una de las esquinas formadas por las calles Jaime Mota y Padre Billini, donde instaló una tienda mixta, la cual luego se convirtió en la Ferretería Toral. Hoy funciona allí un banco comercial.
Junto con las labores del procesamiento del café que la familia cultivaba en fincas de su propiedad y con la crianza de ganado, producía además con fines comerciales leche y sus derivados, constituyéndose así en lo que fue la reconocida “Casa Toral”.
El señor Benjamín Toral se distinguió por ser muy laborioso. Dedicado al trabajo y a su familia, “nunca durmió siesta”, declaraba su hija, Doña Esther Toral viuda Matos. Como participación social, fue miembro del Casino del Sur.
Los últimos días de la vida de Don Benjamin Toral transcurrieron afectados por un malestar indefinido y, sin que se declarara quebranto conocido, falleció en esta ciudad de Barahona, el 30 de junio de 1969, a la edad de 80 años.